La madrileña sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN) albergó el pasado jueves la presentación del libro ‘Las semillas de Annual’, una nueva obra de Luis María Cazorla con la que culmina una trilogía que, en forma de novela, repasa las causas que dieron lugar al Desastre de Annual en los últimos días de 1921. El decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, fue uno de los participantes en la concurrida presentación de este libro, que también se dará a conocer públicamente con un acto el próximo otoño. Blas Jesús Imbroda destacó la importancia que ha supuesto esta trilogía para conocer la génesis del Marruecos español en sus primeros años, que fueron posteriormente “las semillas” que desencadenaron el Desastre de Annual. Un análisis que se desprende de las tres obras que forman la trilogía, ‘La ciudad del Lucus’, ‘El general Silvestre y la sombra del Raisuni’ y ahora ‘Las semillas de Annual’
A juicio del decano, la narración de los hechos a cargo del autor “se ha hecho con absoluto rigor histórico” a pesar de que estos libros tienen forma de novela, en los que “están perfectamente descritos los rasgos humanos de cada uno de los personajes”.
Además, destacó la valía de su autor, Luis María Cazorla, “uno de los juristas más importantes de España”. No en vano, es Catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos, Abogado del Estado, letrado de las Cortes Generales y académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y legislación.
Blas Jesús Imbroda apuntó durante la presentación del libro que “la historia la protagonizan las personas con sus grandes y miserias, y son las personas las que toman las decisiones que marcan para bien o para mal los destinos de los pueblos”. Esto es algo que se vio en aquellos días del Desastre de Annual, sobre todo el 21 y 22 de julio de 1921, que repasó ante el público que asistió a la presentación del libro.
El Desastre de Annual
Así, el decano del Colegio de Abogados de Melilla explicó que nuestra ciudad aquellos días se encontraba desprotegida porque el grueso de las fuerzas de la Comandancia General estaba en el campo exterior. Eso obligó a preparar rápidamente una débil defensa “por si la ciudad era atacada”, para lo que se movilizó a los soldados que estaban en las unidades de servicios, oficinistas, asistentes, carabineros y agentes de la Guardia Civil.
Entre todos pudieron formar una pequeña fuerza mientras a Melilla iban llegando los heridos de la batalla y aquellos que venían del frente “contando escenas terribles”. Aquella fue la forma en que se pudo ir conociendo lo que en realidad estaba pasando, dada la censura que había sobre la prensa en aquella época.
En este repaso histórico, Blas Jesús Imbroda destacó, sobre todo, el importante papel que jugó Sidi Abdelkader “al lado de España”, procurando que no hubiera un levantamiento en la kábila de Beni Chikar.
“En Melilla, obviamente, cundió el desasosiego, pero no se era consciente de la magnitud del desastre ni de la debilidad de la ciudad al inicio del Desastre de Annual los días 21 y 22 de julio”, subrayó Imbroda, que culminó su repaso histórico con el desplazamiento inmediato desde Almería del Regimiento de la Corona, lo que permitió que Melilla volviera a estar protegida.
Además de Blas Jesús Imbroda, también participaron en la presentación Juan Manuel García Labajo, asesor jurídico general de la Defensa, y Ramón Tamames, Catedrático de Estructura Económica y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
