Juan Carlos García en el propietario del chiringuito Soul Beach, y esta semana ha sido noticia por haber, presuntamente, agredido al periodista de Cablemel Javier García Angosto. Asegura que él sólo quería hablar con el periodista, aunque reconoce que le dio "dos cates" y éste "cayó a plomo" al suelo. Lo que desencadenó esta reacción de Juan Carlos García fue la respuesta que, según dice, le dio García Angosto. "Me dijo apuntándome con el dedo que iba a por mí, a por mi padre y a por mi chiringuito, que era lo que vendía". Reconoce que su forma de actuar "no es justificable de ninguna manera". El martes se celebrará el juicio rápido por este caso tras la denuncia interpuesta por Javier García Angosto. Por su parte, Juan Carlos García emprenderá acciones judiciales por presunta "campaña de descrédito" que se ha realizado en torno a su persona y por "las mentiras" que se están publicando en torno a este incidente con el periodista melillense. Juan Carlos García se ha convertido esta semana en el centro de la polémica por haber, presuntamente, agredido al periodista de Cablemel Javier García Angosto. "Me apuntó con el dedo y me dijo que sólo le interesaba yo, mi padre y mi chiringuito, que era lo que vendía". Esto es lo que, según el dueño del chiringuito Soul Beach, le dijo García Angosto el jueves, cuando García fue a buscarle para dejarle claro el "daño" que estaba haciendo a él, a su familia y a su negocio después de "un mes" de noticias "falsas" en el periódico del grupo Cablemel.
“Le pedí que no mintiera”
"Yo intenté localizarle, hablé con un compañero suyo para ver si podía ir a hablar con él a su trabajo y me dijo que no tenía horario de entrada ni de salida", explicó Juan Carlos García a este Diario. Fue entonces cuando decidió ir "solo" a su casa para esperarle y hablar con él. García asegura que llamó al telefonillo de la casa del periodista y que fue su madre la que le dijo que no estaba. A los "dos minutos" apareció Javier García Angosto.
El propietario del Soul Beach preguntó al periodista si sabía quién era, y éste le dijo que sí. "Me dijo de malas maneras que, si tenía algún problema, fuese a hablar con la dirección", comentó García, que afirma que le recordó a García Angosto que hay más chiringuitos en Melilla que dependen del Patronato de Turismo. El periodista le señaló que iba a por Juan Carlos García, a por su padre y a por su chiringuito, "que es lo que vende".
"Él -García Angosto- no me habló de buenas maneras; me habló súper déspota, súper mal, con una chulería impresionante", asevera Juan Carlos García, que reconoce que se "encendió" y le dio "dos cates", lo que ocasionó que el periodista "cayera a plomo". En el suelo, el dueño del Soul Beach afirma que "se puso cerca" de García Angosto y que le dijo que hablara de él lo que quisiera, pero que no mintiera. Luego, "una persona" le quitó del medio, tirándole del brazo, y apareció "un chaval" que le dijo "que qué estaba haciendo", dice Juan Carlos García, momento en el que le metieron en un coche y le llevaron hasta el chiringuito. "Ahí se acabó todo".
El propietario del Soul Beach aclara que su forma de actuar "no es justificable de ninguna manera". "No tengo perdón y sé que he hecho mal", comenta, pero, eso sí, asevera que "en ningún momento" dejó al periodista "semiinconsciente", tal y como se está recogiendo en otros medios de comunicación.
"Si lo toco estando en el suelo, todavía está en el hospital", subraya Juan Carlos García, que informa de que en el parte médico se recoge que el periodista "se duele de un golpe en la mandíbula", pero que no le da por la espalda, sobre todo porque García mide 1,69 metros y García Angosto "dos metros y algo". "Si le doy por la espalda, yo no llego".
“No hay tal brutal paliza”
Por tanto, "no hay tal brutal paliza", e incluso dice Juan Carlos García que en el parte médico sólo pone "contusiones". "Le pido que no mienta, puede criticar mi gestión, que doy buena o mala comida, que trato peor o mejor, pero que no invente", reclama el dueño del chiringuito, que tendrá que acudir a declarar al Juzgado este martes a las 12.30 horas.
