El letrado del demandante pide como pena una multa de 20 días con seis euros de cuota diaria, y una indemnización de 1.626 y 171,81 euros por los daños causados a un hombre que golpeó con su vehículo a otro que se encontraba estacionado y en el que estaba entrando su propietaria. Según cuenta la demandante estaba entrando en su vehículo tras fijarse si pasaban coches con la puerta entreabierta, cuando sintió un golpe por detrás que le provocó un fuerte dolor en la espalda. Tras el suceso, el conductor del vehículo que le había golpeado se bajó y le pidió perdón.
Sin embargo, según cuenta el letrado del demandado el vehículo se encontraba en una zona amarilla, toda vez que las primeras declaraciones de la demandante apuntan a que no estaba entrando del vehículo sino saliendo, por lo que deduce que no se fijó previamente al abrir la puerta de si podía ser arrollada por algún vehículo.
Y es que según el letrado en el caso de que los hechos hubieran sido tal y como asegura la demandante el vehículo no hubiera dañado la puerta sino a la mujer.
En este caso, un agente se encontraba según cuenta justo enfrente cuando pasó el accidente y ratifica lo contado durante el juicio por la denunciante, a la cual asegura no conocer de nada.
Aún así, el letrado del demandado apunta a que, desde la posición donde se encontraba el agente era imposible que hubiera poder visto todo el suceso ya que en la calle a la que alude existen unos contenedores que dificultarían la visión del agente.
Por todo ello, el letrado del demandante cree que los daños están acreditados por lo que solicita por un lado por la falta de imprudencia del demandado 20 días con una cuota diaria de 6 euros, lo que suponen unos 120 euros de multa, toda vez que una indemnización de 1.626 euros y 171,81 euros por los daños causados al vehículo y a la denunciante.
