Mirar hacia delante, buscando lo mejor para la ciudad y quienes habitan en ella, era una necesidad imperiosa que al parecer se ha atendido aunque haya sido in extremis, a falta de un día para la constitución de la Asamblea y el inicio oficial de una legislatura diferente donde todos tendrán su cuota de responsabilidad Veinte días después de lo que inicialmente estaba programado, Melilla iniciará mañana un nuevo mandato. A las diez y media de la mañana empezará la sesión en la que los 25 diputados elegidos por los melillenses hace ya más de un mes tomarán posesión se sentarán en sus escaños y adoptarán su primera decisión, probablemente la más importante, como es la elección del presidente. Parece que el camino se ha despejado tras el acuerdo de gobernabilidad entre PP y PPL que ayer fue aprobado y que ofrece, a priori, la ansiada estabilidad al sumar los 13 escaños que marcan la mayoría absoluta en la Asamblea.
PPL será, por lo tanto, el que ejerza el papel de llave de la gobernabilidad en Melilla. Ya dio alguna pista el propio Imbroda el pasado lunes cuando reconoció que en el diálogo era más proclive al entendimiento con PPL o Ciudadanos porque los melillenses que habían votado a alguna de esas dos formaciones ideológicamente eran del PP y los votos que había perdido el 24 de mayo se habían ido en parte a estas dos formaciones. A ello se le suma que PPL nació hace algo más de cuatro años como una escisión del PP, lo que también podría haber facilitado ese acuerdo a pesar de que ambas formaciones han tenido grandes diferencias a lo largo de la anterior legislatura, casi siempre personales.
Pero el acuerdo podría no quedarse ahí porque para este mediodía se mantiene la reunión que ayer fue anunciada entre Imbroda y Aberchán. Lo probable es que CpM pueda sumarse también a ese esfuerzo de entendimiento que ya han hecho PP y PPL para que el Gobierno sea lo más representativo posible del conjunto de los ciudadanos. No sería descabellado, teniendo en cuenta que los cepemistas ya mostraron su apoyo al PP en cuestiones puntuales durante la legislatura anterior, como la aprobación de dos ejercicios presupuestarios y el Plan General de Ordenación Urbana. Además, el propio Mustafa Aberchán mostró la disposición de CpM a apoyar la candidatura de PPL, lo que evidencia que entre esos dos partidos también hay cierto entendimiento que podría ayudar a que los cepemistas puedan tener una mayor participación en la gestión que en la oposición.
Parece claro que en estos 39 días que han transcurrido desde la celebración de las elecciones ha habido un esfuerzo de entendimiento. Era necesario ante este nuevo escenario político que se planteaba. Lo contrario habría sido un mal presagio para la legislatura que arranca y habría podido abocar a Melilla a convertirse en una ciudad ingobernable y con una inestabilidad que nadie desea. Mirar hacia delante, buscando lo mejor para la ciudad y quienes habitan en ella, era una necesidad imperiosa que al parecer se ha atendido aunque haya sido in extremis, a falta de un día para la constitución de la Asamblea y el inicio oficial de una legislatura diferente donde todos tendrán su cuota de responsabilidad.
