Hay que dar carpetazo a esos tiempos pasados y dar paso a otros nuevos en los que sea posible un debate sereno y constructivo que permita poner solución a los problemas. Al fin y al cabo, es la principal misión de los diputados de la Asamblea que hoy tomarán posesión de sus escaños, y de los miembros del Gobierno que serán nombrados dentro de unos días La Asamblea de Melilla se constituirá hoy por fin para arrancar oficialmente la nueva legislatura. Ha pasado casi un mes y medio desde el 24M y aquella fecha ya se antoja lejana después de lo ocurrido a partir de jornada electoral entre impugnaciones y reuniones. Porque este mandato que hoy se inicia tiene un nuevo escenario político inédito en más de una década, como es la ausencia de unas siglas con mayoría absoluta. El entendimiento, la negociación y el diálogo serán la base de esta nueva legislatura que arranca con un acuerdo de gobernabilidad que de momento suscriben dos formaciones, PP y PPL, al que se podría sumar también CpM.
Es necesario, por el bien de todos los melillenses, que este periodo que hoy se abre hasta 2019 se rija por ese esfuerzo de entendimiento entre formaciones y no transcurra por la misma senda de dimes y diretes a los que hemos tenido que asistir en los últimos ocho años. Sólo hay que echar un poco la vista atrás para recordar cómo en las dos anteriores legislaturas el enfrentamiento llevado en muchas ocasiones al terreno personal fue la nota predominante de numerosos plenos, sobre todo en los de control al Gobierno, donde se han podido escuchar voces más altas que otras.
Ese escenario no puede volver a repetirse en esta nueva era del diálogo que se abre por decisión de los melillenses en las urnas. Con sus votos han ordenado a quienes los representan que dejen a un lado las diferencias para buscar acuerdos en pro de los intereses generales de Melilla. Porque lo contrario, como ya hemos podido ver en las últimas legislaturas, sólo perjudica a los melillenses. Por eso hay que dar carpetazo a esos tiempos pasados y dar paso a otros nuevos en los que sea posible un debate sereno y constructivo que permita poner solución a los problemas. Al fin y al cabo, es la principal misión de los diputados de la Asamblea que hoy tomarán posesión de sus escaños, y de los miembros del Gobierno que serán nombrados dentro de unos días.
Parece que esta opinión es compartida por nuestros políticos, a juzgar por la predisposición al diálogo que han mantenido en busca de acuerdos y el cambio de tono y actitud que se ha podido apreciar en algunos de ellos. De momento el fruto ya se ha empezado a ver con ese acuerdo de gobernabilidad del que podría llegar a formar parte hasta 20 diputados de la Asamblea si los cepemistas se unen finalmente. No es sencillo hacer borrón y cuenta nueva, pero como ocurre en los buenos propósitos de cada inicio de etapa, es importante hacer el esfuerzo y en algunas formaciones ya se está empezando a ver ese cambio en las formas por el bien de Melilla, sus habitantes y la Asamblea que los representa.
