La Guardia Civil ha detenido a dos individuos como presuntos autores de sendos delitos contra la salud pública, tras ser sorprendidos en el puerto comercial de nuestra ciudad con un total de 68 kilos de hachís ocultos en los vehículos que ocupaban, con los que pretendían embarcar rumbo a la península. En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil informó ayer de que estas dos actuaciones individuales contra el tráfico de drogas se produjeron el domingo al mediodía, durante los controles de seguridad previos al embarque de pasajeros en el buque que cubría la ruta Melilla-Almería.
La primera actuación tuvo lugar en el registro de un turismo de matrícula española que estaba ocupado por una persona que levantó las sospechas de los agentes, que fueron confirmadas en cuanto el perro detector de estupefacientes marcó leves indicios de droga oculta.
Los agentes realizaron entonces un reconocimiento profundo sin que se apercibiese doble fondo o manipulación, aunque finalmente pudieron localizar la droga en el depósito de combustible que previamente habían modificado para introducir en su interior 59 paquetes de estupefaciente, con un peso superior a 21 kilos.
El ocupante, que fue detenido, es un varón de 25 años, de nacionalidad marroquí y con residencia en la provincia de Murcia.
La segunda actuación se produjo durante la inspección de un monovolumen de matrícula española, igualmente ocupado por una persona, sobre el que el perro del Servicio Cinológico de la Guardia Civil marcó indicios de llevar droga oculta, tras lo cual la Guardia Civil localizó un doble fondo en los huecos naturales de los bajos del vehículo.
En su interior había 112 paquetes de estupefaciente con un peso superior a los 47 kilos, por lo que su conductor, un varón de 43 años de nacionalidad marroquí y con residencia en la provincia de Tarragona, también fue detenido.
La droga intervenida corresponde al tipo polen de hachís, que contiene la más alta concentración del principio activo de este tipo de estupefaciente.
Las dos personas detenidas han sido puestas a disposición judicial como supuestas autoras de un delito contra la salud pública, junto a la droga intervenida y los vehículos utilizados en la comisión de los ilícitos.
Con estas actuaciones, la Guardia Civil evita la distribución y comercialización en el mercado ilícito de más de 340.000 dosis.
