Y un encuentro que se produce tan sólo unos días después de que el presidente Imbroda pidiera a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que le enviara para colocar en un lugar preferente del Palacio de la Asamblea el busto de D. Juan Carlos, retirado del Ayuntamiento barcelonés, lo que confirma la lealtad indudable del Ejecutivo melillense a la más alta institución del Estado. Todo parece indicar que los rumores que desde hace unos días circulan por los mentideros políticos melillenses en torno al nombramiento de Miguel Marín como presidente de la Autoridad Portuaria, podrían convertirse a corto plazo en realidad.
Avala a Marín una trayectoria política de más de una década al frente de diferentes cargos públicos en los que ha luchado por sus convicciones políticas, a pesar de haber sido punto de mira con mucha frecuencia de críticas en el ámbito político por parte de la oposición y, en ocasiones, hasta en el terreno personal, desde algunos sectores. Unos ataques que no han amilanado ni amedrentado a Marín para continuar trabajando por su formación política, el Partido Popular y por el Gobierno de la ciudad en el que ha ejercido su labor como vicepresidente primero del Gobierno de la Ciudad Autónoma y consejero de Fomento, Juvenrud y Deportes, en esta última legislatura.
Pero la actualidad informativa del día se centra en una reunión de indudable trascendencia como es la que mantendrán esta mañana en el Palacio de la Zarzuela, el Rey Felipe VI y el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, con la que se cierran los encuentros que el jefe del Estado ha mantenido con los máximos responsables de las 17 Comunidades y las dos Ciudades Autónomas. Una audiencia en la que Imbroda volverá a ofrecer al monarca la invitación para visitar Melilla que ya le trasladó de forma verbal tras la ceremonia de proclamación de su reinado, hace algo más de un año, en concreto, el 19 de junio de 2014.
Un encuentro que no ha sufrido alteración a pesar del fallecimiento del abuelo materno de la Reina Letizia que viene a confirmar que la profesión está por encima de la devoción. Y un encuentro que se produce tan sólo unos días después de que el presidente Imbroda pidiera a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que le enviara para colocar en un lugar preferente del Palacio de la Asamblea el busto de D. Juan Carlos, retirado del Ayuntamiento barcelonés, lo que confirma la lealtad indudable del Ejecutivo melillense a la más alta institución del Estado.
