¡Nos vamos de vacaciones! Eso dice la gente. Y se ponen contentos. El trajín empieza de noche. El marido se levanta a las cinco de la madrugada. Pone el coche en marcha. Molesta a los vecinos. Los niños jalean. Buscan sus cosas. La cometa. EL bañador. La barca. La pelota…
La madre grita. El padre acaba dando leña a las cinco y diez de la mañana. Los vecinos por bajini defecan ciertos cadáveres. El coche con el relente no tira bien. Masculla el padre algo en voz alta. Los guardas nocturnos acuden al ruido. La madre regaña a la abuela que quiere arreglar el motor con una horquilla. Los niños se pelean por un pato de goma. El padre vuelve a dar leña a las cinco y media de la mañana. Los vecinos abren la ventana. La baca del coche tiene un tornillo flojo y se cae una maleta. La maleta arrastra el baulillo de la abuela y le cae en el pie al padre. El padre se caga en su padre. La abuela en el suyo. Comienza la fiesta. Los vecinos salen al balcón. Los guardas nocturnos toman carta en el asunto. Arranca el coche. La niña quiere hacer pipí. El padre acelera. La madre le quita el pie del acelerador. La niña lloriquea. El niño se contagia. La abuela se acuerda de que no había ido al cuartito. Las seis menos cuarto. El padre enciende un cigarrillo. Como está en ayunas se le descompone la barriga. El coche queda vacío. Se llena el cuarto de baño. La abuela baja con la jaula del loro que se había olvidado. El loro tiembla y no quiere ir. Pica a la abuela en la nariz. El primer grito de la abuela a las seis de la mañana. Pasa el camión de la leche. El coche mal aparcado no lo deja pasar. El lechero toca el pito. Los vecinos se traen el desayuno al balcón. Baja el padre con la correa desabrochada. Se le cae el pantalón. La vecina grita. La abuela se pelea con el loro. El lechero con el padre. La madre con la vecina. Los niños tienen ganas de comer… Cuando salieron de la calle eran las doce menos cuarto. Los pilló la caravana. Llegaron a la playa al día siguiente. La habitación del hotel se la habían dado a otro. Tuvieron que dormir en el coche…
Vacaciones. Santa palabra. Para quedarse en la casa con el botijo y en pijama.
