Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Ventana Abierta

Nuevos recortes en Sanidad. ¿Encarecer medicamentos es política social?

A pocos meses de las elecciones, el Gobierno del PP recupera medidas de ahorro de Ana Mato encareciendo medicamentos, algo incoherente con el clima de “salida de la crisis” que el PP no deja de vocear. La Sanidad en Melilla no deja de ser noticia en Melilla.

El hospital universitario no se termina. Se hacen contratos infames a los profesionales. La contratación de servicios hospitalarios terminará en los juzgados.

Y ahora, el Gobierno central, en plena ola de propaganda sobre lo bien que estamos saliendo de la crisis, decide tomar medidas para encarecer medicamentos, aumentando el copago hasta dejarlo en pago a secas de ciertos medicamentos, como el paracetamol, que responden a enfermedades leves pero que en el caso de personas mayores, al ser dolencias crónicas, afectan a las personas con menor poder adquisitivo.

Para el día de ayer 29 de julio se había convocado a las CCAA para obtener su aprobación al nuevo paquete de medidas de ahorro en medicamentos. Si la Ciudad de Melilla asistiera a la reunión, debería negarse a aplicar las medidas, cosa que sospechamos que no se producirá porque no hay competencias autonómicas en materia de Sanidad, así que probablemente el Gobierno central no nos consultará, y si lo hace, solo obtendrá un ¡Sí señor! Como respuesta.

Si finalmente las medidas conocidas en el borrador hecho público se acaban ejecutando, la Ciudad autónoma tiene la oportunidad de hacer política social con la política sanitaria, asegurando la financiación pública de medicamentos. El Gobierno de la Ciudad Autónoma no tiene competencias en educación, pero construye aulas de un colegio público y financia la adquisición de libros de texto. Ahora que se anuncia un plan contra la pobreza, sería impensable que no se tuviera en cuenta la necesidad de garantizar a toda la población el consumo de medicamentos recetados por los profesionales de la sanidad pública.

Las prisas no son buenas consejeras, y parece que la proximidad de las elecciones, más que propiciar reflexiones sobre lo que viene, está provocando una carrera suicida por sacar adelante proyectos antisociales del pasado. De pronto alguien ha visto crecer la deuda pública y lo que no se ha hecho en 4 años se quiere hacer en 4 meses. No se pueden asumir más recortes sociales si la economía, como dicen, está despertando.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€