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El Rey propone a Imbroda soluciones fiscales para los problemas estructurales de Melilla

Felipe VI no ha estado nunca en Melilla, pero conoce bien su situación y los problemas económicos y sociales que sufre. Hasta tal punto, que ayer aportó posibles soluciones para intentar cambiar la falta de expectativas que sufre la ciudad para su futuro desarrollo. En la reunión que mantuvo por la mañana en el Palacio de la Zarzuela con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, el Rey puso sobre la mesa medidas fiscales para resolver los problemas estructurales que tiene Melilla. Propuestas que Imbroda, al término de la Audiencia Real, aseguró en declaraciones a MELILLA HOY que tendrá en cuenta en su objetivo de que nuestra ciudad pueda luchar contra el paro pese a tener tantas limitaciones geográficas. El problema del desempleo y la presión de la inmigración irregular sobre Melilla fueron dos de los grandes ejes de la primera reunión de Felipe VI e Imbroda, que arrancó escasos minutos después de las diez de la mañana. A esa hora, como estaba previsto, el Rey salió de su despacho a la Sala de las Audiencias del Palacio de la Zarzuela, donde le esperaban el presidente de la Ciudad Autónoma y varios medios de comunicación, entre ellos MELILLA HOY. Tras unos breves segundos ante los objetivos de cámaras y fotógrafos, el Jefe del Estado invitó a Imbroda a pasar a su despacho, donde estuvieron reunidos durante algo más de una hora. “Es mucho tiempo, que da lugar para hablar directamente de muchos temas”, apuntó Imbroda tras incidir, sobre todo, en el “exquisito” grado de conocimiento que Felipe VI demostró tener sobre la situación de Melilla. Eso facilitó la conversación sobre el presente y el futuro de la ciudad, algo que Imbroda destacó en su valoración ante la prensa que esperaba su salida del Palacio de la Zarzuela. Una de sus primeras impresiones fue que ayer en la Audiencia Real estuvo hablando “con un melillense más” precisamente porque Don Felipe “está al corriente de todos los problemas” que existen en esa zona de España. “Se lo sabe y está muy enterado”, resumió Imbroda, que se mostró muy contento de esta primera reunión con el nuevo Rey de España, la cual describió como “muy cordial, distendida, enriquecedora y comunicativa”. También tuvo palabras de agradecimiento para el monarca por haberlo recibido y, sobre todo, por su “atención con Melilla”. Durante el encuentro, Felipe VI encargó “taxativamente” al presidente de la Ciudad Autónoma que mandara “un saludo muy cordial a todos los melillenses”, además de “un mensaje de cariño, lealtad y cercanía”. El problema del desempleo y la ampliación del Puerto Entre los temas que abordaron el Rey e Imbroda en su encuentro, el paro fue uno de los más destacados. Imbroda recordó que Melilla solo tiene 13 kilómetros cuadrados y una alta densidad de población por sus 87.000 habitantes. Además, unos 180 kilómetros le separan de la península y la ciudad carece de materias primas y suelo para implantar grandes infraestructuras o buscar en la agricultura un yacimiento económico. “Tenemos un problema estructural importante contra el que es muy difícil luchar con unas condiciones similares a las que pueda tener Málaga o Albacete”, resumió el presidente melillense como conclusión a ese cúmulo de obstáculos con el que se encuentra el desarrollo al que aspira Melilla. “Todo eso el Rey lo sabe”, afirmó Imbroda en su reflexión sobre la primera audiencia con Felipe VI que celebró ayer, en la que el presidente le indicó que todos estos problemas necesitan “soluciones excepcionales” que pasan por que haya “una mirada más atenta del Estado sobre Melilla”. Y al hilo de ello, el presidente expuso al monarca la apuesta que la Ciudad Autónoma quiere hacer con la ampliación del puerto, un proyecto de futuro que además de crear mucho empleo, impulsaría el desarrollo urbanístico de Melilla tras conseguir ganar terreno al mar. El Rey, por su parte, demostró conocer el problema estructural del desempleo que sufre Melilla y aprovechó para aportar a Imbroda algunas “propuestas de solución” que Imbroda aceptó de muy buen grado. El presidente melillense prefirió no desvelarlas a preguntas de este Periódico, pero sí apuntó que no eran “un secreto de Estado” y que se trataba de propuestas fiscales que tendría en cuenta. La inmigración irregular Otro de los ejes de la reunión fue la inmigración irregular, un problema por el que Melilla “abría telediarios de todo el mundo” hasta hace poco tiempo. Sobre esta cuestión, Imbroda recordó que ha sido “uno de los fenómenos importantes” que ha sufrido nuestra ciudad, aunque ahora “el foco de la atención ha disminuido muchísimo” hasta el punto de que ya no capta la atención de los medios de comunicación. “Si no salimos en prensa con el problema de la inmigración irregular, es que no hay problema”, explicó el presidente melillense, que aprovechó para dejar claro que “la famosa valla de Melilla es en realidad la famosa valla de Europa en Melilla”. A juicio de Imbroda, las claves para que se haya dado un vuelco a la situación de meses atrás en el perímetro son la modificación de la Ley de Extranjería, que da más seguridad jurídica a los agentes, los acuerdos con Marruecos y otros países de origen y tránsito de la inmigración irregular, y el refuerzo de los medios materiales y humanos que ha llevado a cabo España. Todo ello ha permitido conseguir que “la presión migratoria haya desaparecido” porque las mafias que trafican con “los dramas humanos y explotan a los inmigrantes” han modificado los flujos, llevándolos ahora hacia el Mediterráneo central. El problema ahora está, según dijo Imbroda, por Italia, Libia, Malta y Lampedusa, además de Grecia, Bulgaria y Hungría. “En la parte su de España está bastante controlada”, señaló Imbroda, para quien esta situación es fruto de que el Gobierno “ha trabajado muy bien” contra la inmigración irregular combatiendo a las mafias. Y ello, apuntó, ha tenido como consecuencia que se haya invertido la situación en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Si antes eran “miles” los subsaharianos que ocupaban el centro tras provocar un “impacto mediático” sobre la valla, en estos momentos apenas llegan a 80. El resto del CETI, explicó a los periodistas, son fundamentalmente sirios que llegan a través de la oficina de asilo inaugurada en marzo en la frontera de Beni-Enzar.

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Redacción

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