Las jornadas de 'Ciberdefensa y tutela de derechos en las redes' acogieron una mesa redonda que coordinó el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame), Blas J. Imbroda, en la que el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga, Ángel Rodríguez- Vergara y el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano, abordaron los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española y su aplicación en la red. El catedrático de derecho constitucional de la Universidad de Málaga, Ángel Rodríguez-Vergara, abordó durante su ponencia en la mesa redonda sobre los derechos fundamentales en Internet, como el Internet "ha transformado la manera de pensar", hasta el punto de poder hablar de "una concepción de derechos en la red".
Esto supone, según Rodríguez-Vergara, que "haciendo un paralelismo con lo que ocurre en Internet asistimos a una desjerarquización de los propios derechos" en tanto que se produce una "ponderación y armonización de intereses contrapuestos", frente a la tradicional jerarquización de los mismos desde el punto de vista de la justicia.
Por ello, el catedrático tratará de abordar la incidencia de Internet en la concepción de la libertad de expresión o de otros derechos fundamentales como el honor, la propia imagen o la protección de datos.
El Internet y el derecho a la participación política
Rodríguez-Vergara defendió como las nuevas tecnologías "abren un campo nuevo" para la participación ciudadana, lo cual consideró "un fenómeno interesante", ante un momento de "desafección" de la ciudadanía respecto al sistema político y en concreto a la "crisis de representación".
Aún así, el catedrático ve una serie de "potenciales y riesgos" en la aplicación del Internet al derecho a la participación política. A su juicio, si bien existe la "creencia generalizada" de que hasta el momento "había que decantarse" por la democracia representativas por un "condicionamiento táctico" en tanto que "no todos podían decidir", la democracia representativa tiene "factores positivos".
En opinión del catedrático éstas variable positivas "se perderían" con la democracia participativa directa. Con ello se refirió a la necesidad de "liberar, dialogar y articular intereses" que considera que "solo se puede hacer a través de representantes".
Continuando con este aspecto, Rodríguez-Vergara cree que la aplicación de las nuevas tecnologías para la democracia participativa directa, "no es totalmente idónea" ya que según el catedrático "la decisión directa del pueblo tiene un carácter binario", es decir puede ser si o no pero "no se abre a una articulación del diálogo".
