A mí, qué quieren ustedes que les diga…, me gustaban más aquellos ayuntamientos que eran el Alcalde y los concejales, no recuerdo si 10, 15 ó 20, pero nada de ese rollo de consejeros, viceconsejeros, ayudantes de estos, auxiliares de los otros, etc., etc., etc., hasta el ciento y la madre.
Además, con algo muy importante en los ayuntamientos aquellos: que lo único que cobraban sus componentes era una especie de Dieta por asistencia a los Plenos y, otra cosa, con esta particularidad, por si algunos no lo recuerdan: eran ayuntamientos de la época franquista. Ayuntamientos, pongo el caso de la época de D. Rafael Alvarez Claro, en que se construyeron muchas viviendas, una hermosa Plaza de Toros, un gran campo de fútbol, que lleva su nombre (hasta que a alguien se le ocurra cambiarlo por aquello del franquismo), etc. y lo mismo podría decirse de D. Francisco Mir Berlanga que igualmente puso su granito de arena para la mejora en viviendas y otras construcciones en varios barrios. Por todo eso digo que aquellos ayuntamientos me gustaban más, sin tanto, como hoy sucede, personal para llevarlo adelante en beneficio de la ciudad y sus ciudadanos.
Sí, claro que sé que los tiempos cambian, que hay nuevas normas, que todo es bien distinto a aquellos años a los que me refiero y que me han venido a la memoria por el zipi-zape que hay armado con la hoy denominada Asamblea de la Ciudad Autónoma, con un Presidente, en lugar de Alcalde; Consejeros en lugar de concejales y Viceconsejeros, auxiliares, ayudantes, personas de confianza, ya digo, el ciento y la madre…Y por todo ese tinglado se ha armado el Belén que, por el cariz que tiene la cosa creo que vamos a tener circo para rato, máxime con el proceder de algún que otro de la oposición que, cada vez que habla sobre lo que ocurre se le ve gozar como un niño cuando recibe un buen regalo.
Sobre el tema, el Sr. diputado de Ciudadanos, ha dicho que tendrían que anular todas las viceconsejerías. ¡Hombre, no creo que la cosa sea para llegar a tal extremo! Reducirlas, pues sí, pero lo otro sería como si dentro de 15 días se le ocurriera decir que también deberían desaparecer las consejerías, que daría lugar a un nuevo revuelo y así no vamos a estar toda la legislatura, sopena que el Sr. pretenda que se dé lo que ya anunció el mismo día que se formó el Gobierno: “Nos vamos a entretener”…
El que ha “estado acertado” en esta ocasión, no digo que en otras no lo estuviera, ha sido Emilio Guerra, coordinador en nuestra ciudad de UPyD, invitando a la oposición a construir una “alternativa real de Gobierno”. El sabrá por dónde van los tiros y añadía: “Estamos deseosos de comprobar cómo van a abordar temas tan preocupantes como el paro, la pobreza, la desigualdad y la educación”. Siempre con la misma retahíla cuando estás fuera de un equipo gobernante, lo mismo que viene diciendo CPM, PSOE, etc., ¿por qué no dicen, a quienes gobiernan, esos problemas se pueden solucionar de esta forma, de esta otra y de esta también? ¡Y no siempre abusando de la jodida demagogia! Dígale lo mismo, Sr. Guerra –por ejemplo- a quienes gobiernan en la Junta de Andalucía.
¿Qué hay pobreza en Melilla?, ¿dónde no la hay en los tiempos que corren? Pero aquí, le puedo asegurar, no es tanta a lo que se dice, lo que ocurre es que también se incluye a esas criaturas que nos llegan del país vecino totalmente desamparadas por sus gobernantes; ¿paro?, ¿dónde no lo hay en toda Europa y sí aquí ha aumentado ha sido por esos centenares de personas, melillenses y no melillenses, que en vista de la situación que tenían fuera, se han venido para acá a casa de familiares? ¿Desigualdad…? Es Vd., Sr. Guerra el colmo de esa demagogia. ¿Desigualdad en Melilla? Me voy a callar.
