Desde 2007 el metano de la atmosfera ha aumentado a causa de la ganadería intensiva y por la descongelación de los suelos de permafrost de Siberia. Algunos científicos afirman que se reducirá el número de cabezas de ganado, ¿pero como reducir las emisiones de los 12 billones de litros de metano existentes bajo los océanos y que se liberan cuando la temperatura del mar sube?
La liberación del metano de los océanos podría provocar desplazamientos terrestres y Tsunamis, ya que el hidrato de metano estabiliza las vertientes continentales a modo de sustancia cementosa.
Más de uno opina que es mejor no pensar en un futuro tan pesimista, pues es posible que las cosas no se pongan tan mal, pero no hay nada que indique que pueda ir a mejor. Pero ¿por qué no se reconoció a tiempo este peligro? ¿Nadie advirtió a tiempo sobre nuestros comportamientos? Algunos científicos advirtieron sobre la explotación de la Tierra y apenas fueron escuchados.
En medio de todas estas catástrofes y cambios muchos se preguntan ¿Si Dios existe por qué no ha avisado? Pero en los últimos 37 años han llegado advertencias muy precisas, pues nos encontramos en un cambio de era en el que, como en todos, ha habido profetas que advirtieron a la humanidad sobre aquello que se avecina. A través de Gabriele la profeta de Dios para la actualidad, El ha advertido con precisión. Entonces se podría haber evitado la catástrofe climática, hoy cada uno sólo puede pedir la conducción de Dios y reconocerla gracias al cumplimiento de Sus enseñanzas.
