Entiendo que, cualquier acto que hacemos en la vida, debe de conllevar un análisis. Otra cosa es que, la costumbre por predominio, nos haga entender que esa decisión o respuesta que damos sea la correcta.
Está claro que, la vivencia continuada nos hace reaccionar inmediatamente con más o menos rapidez, eso está bien cuando nuestra capacidad del saber y de la experiencia actúa sobre decisiones propias de nuestra continuada actividad en la vida, sea en el trabajo, en la vida común y social o familia. Pero cuando se depende de unas instrucciones, sean las que fueren, antes tenemos que leerlas y asimilarlas; ahora bien, cuando de estas decisiones dependen terceros, entonces sólo entonces, tenemos que actuar, decir y decidir, con pies de plomo. Según, claro está, la relación social que se tenga y la situación circunstancial en que se esté. De cualquier manera la conversación o hecho no debiéramos de tomarlo a la ligera, siempre hay que pensar, sea en la recepción y entendimiento de lo captado o bien en la respuesta o hecho efectuado, incluso en familia. El exceso de confianza "mata". No digamos si es el hecho en política, es entonces cuando te la juegas, más aún, si tu vida depende o pende de un hilo… La responsabilidad en la familia te hace repartir los quehaceres y sobre todo saber entender los que te den por tu responsabilidad. Lafamilia natural es en lo social el caldo de cultivo del ejercicio a realizar; si no captas nada del fondo de todo aquello que te presente, mal vas a gestionar lo externo, bien sea al trabajador, a la competencia o al enemigo; en cuyo caso es mejor que te jubiles, y será entonces cuando te darás cuenta que, no eres imprescindible. Y verás también que pocos escucharan el "fondo" de tu consejo o comentario, por mucha experiencia que en el campo profesional o de la misma vida social hayas tenido tú. Cambian las ciencias, la forma de entender lo natural de la vida, se olvida el proceso histórico y hasta te "debilitan" el idioma extranjerizándolo y acomodándolo al "sin esfuerzo", la cuestión es sólo vender, aunque sea demagogia. Te lo ponen todo muy fácil y luego viene la estrangulación, sea al Estado, al Trabajo o a la Familia.Las promesas y el eslogan comprometido seconvierten en "papel mojado" unos y otros hacen de su capa un sayo. Lo cual puede repercutir después en compromisos más serios, por falta de la credibilidad anterior por la falta de cumplimiento o distracción de lo moralmente prometido. Lo que hace que la "familia" o el País se desmoronen por la intervención de los oportunistas que, siempre aparecen como los carroñeros espontáneos, aunque algunos sean agazapados reptiles a la espera de la distracción del sacrificado. Una cosa es ser padre de familia y otra ser padre a secas. Lo mismo pasa en la sociedad política, unos tienen idea política a la que los "neo" llaman dogma, y otros tienen la idea sólo de su mayor oportunidad como pragmatismo, al cual nosotros les llamamos "neos" o nuevo y de ningún dogma y menos moral. Teniendo en cuenta que el dogma es el pilar de una ciencia, tendremos que saber si queremos vivir con una ciencia política sin dogma, si es así, díganme ustedes lectores y votantes, en manos de quién quedamos… El Código deontológico que trata de ¡los deberes!, y de la Ciencia que, como en la Medicina, se tiene como una suprema responsabilidad de la honradez, ya que en caso contrario sería "casquería" y no creo que esta última tenga ciencia, más bien son "ripios" de carnicería, la que sí debe de sabernos cortar el despiece. Y en tercer o cuarto plano está la charcutería donde se pueden fabricar los chorizos con piltrafas. O como en la política sin Código deontológico, donde la "ingeniería" hace de la piltrafa, "chorizos enriquecidos" pellejos de grasas polinsaturadas… y encima los pagamos a precio de oro. Y lo curioso es que, encima, en TV salen riéndose o descalificando a un tercero que hace menos fechoría que él. Por eso, sólo por eso, debemos analizar siempre el voto. Y por supuesto, nuestras decisiones y actos… Entre primarias y listas abiertas.
