En la tarde de ayer un grupo de personas que se encontraba disfrutando de los baños en la Ensenada de los Galápagos se encontró con la sorpresa de que no podían salir porque habían cerrado con un gran candado, antes de la hora habitual, la verja que comunica la Plaza de los Pescadores con la zona de la emblemática playa.
El grupo, que estaba conformado por entre 25 y 30 personas entre los que había también niños, permaneció, según han comentado a MELILLA HOY fuentes presenciales, más de un hora sin poder salir hasta que llegó una dotación del Servicio de Bomberos y rompió el cierre con una gran tenaza especial para casos de este tipo. Con anterioridad habían intentado algunos romper el candado sin conseguirlo. Toda una odisea en pleno centro de la ciudad.