Creo y espero, que este Príncipe, más que Felipe VI, dinástico de Borbones, sea más bien un senador de esa Grecia esplendorosa, que también lleva en su sangre, y que desde el Ágora, que se asienta en el mismo corazón de este país, no solo gobierne, sino que enseñe a gobernar, a los políticos que se atrevan a serlo.
Mas que Felipe VI, para EL Pueblo español, será siempre, “El Príncipe Felipe”. EL PRINCIPE, que despertara a España, de su encantamiento histórico, con un beso de amor.
No solo será un estadista preparado en las altas esferas gubernativas mundiales, sino algo mucho más efectivo y afectivo para el Pueblo español.
Este joven, un poco tímido y un mucho decidido en sus ideales humanos y sociales, con su comportamiento y sus ejemplos, servirá de educación a la política nacional, que poco a poco, ira abandonando las banderías erróneas de sus partidos, para unificarse a una causa común, como es la de mayor progreso y bienestar social y humano de España.
Más que a un Jefe de Estado, el Pueblo encontrara en el, el hermano mayor, que siempre ha necesitado tener a su lado. Junto a el se encuentra, parte de una hermosa tierra de trabajo y rebeldía. De orgullo propio nacido de la libertad que otorga sin mecenas, el esfuerzo, la dignidad, la fe y la honradez. Leticia, esta compañera, antes mujer que reina, aparte del amor indiscutible que pudo inspirar en el, es una aliada fiel, ya que sus ideales, nacidos de su propia esencia, coinciden perfectamente con los ideales de su esposo y compañero.
La Historia y el tiempo así lo decidieron. “El Príncipe de Asturias, formará unión indisoluble con una mujer asturiana, para que entre ambos, no solo inicien en España, una nueva “reconquista” social, humana y totalizadora, sino también que esa empresa, tendrá como heredera y continuadora de todos sus logros y amplitudes, a Leonor, hoy una niña de cabellos dorados y ojos garzos que miran hacia adentro. Que es, en realidad, donde se ven las verdades de fuera, y que la Historia la tiene reservada, para que sea la reina más inteligente, popular, noble, efectiva y afectiva, que haya tenido España, en toda su larga dinastía monárquica. Así lo creo y así lo escribo. Buenos días y Buena suerte
