Tal y como ya adelantó MELILLA HOY en su edición de ayer, un inmigrante magrebí falleció el pasado domingo por la noche cuando trataba de llegar a Europa en el buque que cubría la ruta Melilla-Almería dentro de una maleta, que a su vez estaba en el interior del coche de su hermano. Tras conocerse la noticia, empezaron a surgir más detalles de este nuevo episodio trágico que se cobra la inmigración irregular, entre ellos que se trataba de un joven de 27 años de edad de origen marroquí, identificado como N.M., que falleció por asfixia. Además, su hermano, con pasaporte francés, 7 años mayor y cuyo nombre corresponde a las iniciales A.M., fue detenido como presunto autor de un delito de homicidio involuntario. Según informó el subdelegado de Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, el hermano del polizón fue quien encontró a la víctima “agonizando” en el interior del equipaje cuando fue a comprobar el estado en el que se encontraba poco antes de desembarcar sobre las 21.00 horas en el puerto almeriense. “En un habitáculo tan pequeño, el oxígeno se consume muy rápido”, explicó.
En este sentido, recordó que el conductor del vehículo, que conocía la presencia de su hermano en el interior del coche, ha sido detenido y pasará este martes a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Almería.
No pidió bajar a la bodega
Como ya avanzó ayer MELILLA HOY, los hechos ocurrieron el domingo, cuando el superferry ‘Sorolla’, de la compañía Trasmediterránea, hacía su entrada en el puerto de Almería, más de cinco horas y media después de haber salido con normalidad del puerto de Melilla.
El hermano del polizón fue a recoger su coche para proceder al desembarque en el puerto almeriense, momento en el que dio la voz de alarma a la tripulación para que los servicios médicos del barco atendieran al joven inmigrante, que intentaron practicarle una reanimación cardiopulmonar. Además, también se acercó hasta el puerto una ambulancia, que accedió a la bodega del buque, aunque los profesionales sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Fuentes de la compañía Trasmediterránea informaron a MELILLA HOY de que la bodega de los barcos, tal y como indica la normativa internacional, permanece siempre cerrada durante la travesía después del embarque y sin posibilidad de que acceda ninguno de los pasajeros que viajen con su coche, salvo que necesite recoger algún objeto personal olvidado y lo comuniquen a la tripulación del buque.
En ese caso, el pasajero puede bajar desde las cubiertas hasta el garaje acompañado por un miembro de la tripulación, una medida establecida en los procedimientos de seguridad a la que no recurrió el hermano del polizón, que fue a recoger su coche cuando el buque ya estaba entrando en el puerto de Almería y los pasajeros fueron avisados por megafonía para que proceder al desembarque.
Retraso en la vuelta
Esta incidencia provocó cierto retraso en la vuelta del buque hacia Melilla, ya que los pasajeros no pudieron embarcar hasta que el juez de guardia no dictaminó el levantamiento y desembarco del cadáver, una vez que la Policía Judicial y los forenses hicieron su trabajo en la bodega del barco.
Según han indicado a MELILLA HOY fuentes cercanas al caso, todo este trabajo no terminó hasta la medianoche, tres horas después de que se precipitaran los acontecimientos momentos antes de que el barco atracara en el puerto. El ‘Sorolla’ emprendió el camino de vuelta a Melilla pasada la una de la madrugada, una hora después de la programación de su salida, si bien el barco pudo recuperar tiempo en el camino y llegó en hora a nuestra ciudad.
Controles rigurosos
El subdelegado del Gobierno en Almería lamentó la muerte del joven, quien se encontraba en el interior de una maleta “grande” en la que “podía ocultarse perfectamente un adulto”. No obstante, rechazó en un primer momento que se haya podido producir algún error en la revisión de equipajes durante el embarque en Melilla en el que no se hubiera detectado la presencia del polizón y estimó la posibilidad de que el polizón hiciera únicamente “parte del trayecto” en la maleta.
“Se ha podido acceder al barco por 28.000 sitios”, indicó el subdelegado, quien cree que el fallecido embarcó “aprovechando un descuido” y posteriormente se ocultó en el equipaje para evitar ser detectado en el desembarco de coches, lo que “es peligrosísimo”.
“Los controles que se pasan en Melilla son muy rigurosos”, defendió el subdelegado del Gobierno en Almería, aunque pese a ello reconoció que se pueden producir “algunos incidentes” de forma ocasional, como con el final de la Feria de la ciudad autónoma.
No obstante, el subdelegado ha asegurado que “la entrada ilegal en España está siendo cada vez más difícil”, sentido en el que ha indicado que el pasado año fueron 132 los polizones detectados en total, que fueron repatriados.
García Lorca incidió en el aumento de los controles, que son “más rigurosos” cada vez, especialmente durante el desarrollo de la OPE, que además se complementan con sistemas tecnológicos y perros adiestrados. Asimismo, insistió en el “altísimo riesgo para la vida humana” que supone acceder a España “en condiciones que sobrepasen la racionalidad”.
