Un amplio despliegue de las fuerzas de seguridad de Marruecos y la Guardia Civil evitó ayer que un grupo de unos 400 inmigrantes entraran a primera hora de esta mañana a Melilla saltando la valla. Fuentes policiales informaron a este Diario de que los inmigrantes intentaron llegar a la ciudad por un tramo comprendido entre el paso fronterizo de Farhana y el Zoco El Had. Esta aproximación se registró entre las 5.00 y las 6.45 horas, aunque los subsaharianos ni siquiera consiguieron tocar la valla, ya que fueron interceptados antes por las fuerzas auxiliares marroquíes. En el despliegue también participó el helicóptero de la Guardia Civil, asignado a la vigilancia fronteriza de Melilla desde hace meses. Según explicó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, los movimientos de este grupo protagonizaron un fin de semana de presión migratoria en la valla, aunque el despliegue de seguridad posibilitó que este intento fuera solo una aproximación porque los inmigrantes se quedaron lejos del perímetro fronterizo.
Esta tentativa se produjo en un momento en el que el perímetro vive su periodo de mayor tranquilidad, más de tres meses después del anterior intento, si bien El Barkani dejó claro que “bajo ningún concepto, por desgracia, se ha acabado con la inmigración clandestina en Melilla”.
Sigue la “enorme presión
Así, puntualizó que la “enorme” presión migratoria que ha existido sobre Melilla en los últimos años no ha desaparecido, aunque sí admitió que en los últimos meses “se ha modificado el comportamiento” porque ahora la que tiene una mayor incidencia es la de los sirios.
“Seguimos expectantes a cualquier movimiento de tipo migratorio”, dijo El Barkani. Ello impide bajar la guardia porque el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad del Estado son conscientes de que se pueden seguir dando estos saltos a la valla, que “lo que hacen es dar una muestra de debilidad del Estado, que la utilizan como fortaleza las mafias” que trafican con seres humanos.
Se mantiene el refuerzo
Por ello, en Melilla se mantiene “el refuerzo importante” de los agentes de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS), dedicados fundamentalmente a las labores de control de la soberanía española en la valla fronteriza, y el helicóptero de la Guardia Civil, que lleva desde hace un año realizando “labores de prevención”.
A juicio de El Barkani, se trata de un “enorme esfuerzo” y una respuesta “responsable” del Gobierno, a pesar de los momentos de crisis y restricciones económicas, porque la “enorme presión” migratoria sobre Melilla no ha desaparecido, sino que únicamente “se ha modificado el comportamiento”.
Así, explicó que ahora no hay tanta presión subsahariana en la valla, pero sí de inmigrantes sirios que “en principio” son merecedores de protección internacional porque llegan huyendo de un conflicto internacional y que son atendidos en la oficina de asilo abierta en la frontera, donde cada día se tramitan entre 25 y 40 expedientes.
