Los melillenses tienen la oportunidad de disfrutar hasta el día 6 de septiembre de una treintena de atracciones en el recinto ferial de la Plaza Multifuncional de San Lorenzo, pero este año hay dos novedades. Una es La Uve, una atracción con forma de V en la que, a bordo de un vagón, los pasajeros llegan hasta los extremos a una gran velocidad. La otra es Q-Zar, donde se forman dos equipos que tendrán que luchar, dentro de un gran escenario, con sus pistolas láser. Además de las nuevas, tampoco faltarán este año La Nube, el Sapito Loco o los coches de choche. La Feria de Melilla se inauguró anoche. Así, los melillenses van a tener la oportunidad de disfrutar de nueve días de fiesta ininterrumpidos en los que, entre farolillos, volantes, casetas y vino fino, vivirán la que será el último gran evento del verano melillense, especialmente los más pequeños, que el miércoles día 9 volverán al colegio tras los meses de verano.
Pero si hay algo que caracteriza a la Feria, eso será, sin duda, las atracciones. Melillenses y foráneos podrán vivir diferentes sensaciones a bordo de los distintos cacharritos que este año forman parte del recinto ferial de la Plaza Multifuncional de San Lorenzo.
Las novedades de este año en las atracciones para los adultos son dos. Se tratan de La Uve y de Q-Zar. La primera, como su propio nombre indica, tiene forma de V. Los pasajeros, subidos a bordo de un vagón, llegan a los extremos de la V a una gran velocidad. Sin duda, una experiencia apta para los más osados y para aquellos a los que la altura y la velocidad no le den miedo.
La otra novedad es el Q-Zar, una atracción en la que los participantes, divididos en los equipos rojo y azul, recargan sus pistolas láser antes de entrar a un escenario cerrado en el que han de disparar a los integrantes del equipo contrario.
Pero no hay que olvidar que la Feria volverá a contar este año con otras atracciones que ya conocen Melilla. El galeón, para simular un viaje en barco con fuerte viento de poniente; La Nube, para ver el recinto ferial desde bien alto; el sapito loco, para dar botes en el aire; la olla o el zigzag, este último válido tanto para niños como para no tan niños.
Eso sí, lo que está claro es que los más pequeños disfrutarán de los coches de choque, los castillos hinchables, los columpios, los caballitos o las camas elásticas. Son sólo unos pocos ejemplos de los cacharritos en los que los niños melillenses se montarán hasta el día 6 de septiembre, día en que la Feria de Melilla dirá adiós hasta el año que viene.
