Melilla iniciaba su Feria con un espectacular comienzo de su programa de festejos y una brillante inauguración, en gran medida obra del sentido pregón que nos regaló la periodista melillense María Oña y de la buena organización con que había concebido el inicio de los festejos la viceconsejera Carmina San Martín.
La Ciudad Autónoma se comprometía a solucionar las demandas de los feriantes instalados en la Explanada de San Lorenzo en cuanto a solventar, aunque provisionalmente, los cortes de luz y agua que venían padeciendo.
Una inversión superior a los 200 millones de pesetas y la creación de 43 puestos de trabajo directos, eran las primeras consecuencias de la implantación del Gran Casino de Melilla que se inauguraba esa noche.