Juan Ramón Hurtado fue jugador del CAM Enrique Soler bajo las órdenes de Javi Nieto, hasta que descubrió que su vocación tenía relación con el baloncesto, pero desde otro punto de vista. Ahora, su futuro como árbitro es más brillante que nunca, tras ascender al Grupo 1 de arbitraje de la Federación Española de Baloncesto en un solo año. El joven, muy ilusionado, espera que su éxito pueda incentivar al colectivo arbitral en nuestra ciudad. -¿Cómo te iniciaste en el mundo del arbitraje?
Empecé en el año 2007, combinando el baloncesto con el arbitraje. Estuve jugando varias temporadas en liga EBA y me llegó el momento de ascender como árbitro a esa categoría. Tomé la decisión de seguir por ese camino, y ya llevo casi 9 años en la profesión. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo yhaya podido conseguir todo esto.
-¿Cómo fueron tus primeros años?
En un principio, fue complicado, porque el Comité de Árbitros ha ido evolucionando, y al principio era difícil trabajar con el material y la información que teníamos. Pero cada día me gustaba mucho más, y poco a poco me motivé para hacer todo el trabajo que tuve que llevar a cabo durante esos años de inicio. Durante los cuatro primeros años, me ayudó mucho el ir a casi una quincena de campeonatos de España, algo que me enganchó aún más a esta profesión e hizo que mis posibilidades como árbitro se ampliasen en cada uno de los campeonatos.
-¿Cuáles crees que son las principales cualidades que ha de tener un árbitro de baloncesto?
Desde mi punto de vista, creo que hay que estar preparado físicamente para el trabajo específico que se ha de hacer en cada partido. Si se llega a una forma física correcta, eso te permite adoptar mejores posiciones, poder sentirte mucho mejor en la pista, y hacer que el factor fatiga aparezca mucho más tarde, permitiendo que desarrolles tu labor. Un colegiado también debe estar preparado para trabajar con las reglas, y es importante el análisis de vídeos. Sin eso, no se puede llegar a ser árbitro, y mucho menos si no te gusta el baloncesto como deporte.
-En el Grupo 1, la Federación Española de Baloncesto ha elegido a 34 colegiados de todo el territorio nacional. ¿Cómo ha sido el proceso de selección?
Para poder ir ascendiendo desde EBA, debes ir a los campeonatos de España y hacer un buen papel. Lógicamente, debes darte a conocer en el mundo del arbitraje, prepararte teóricamente y asistir a reuniones y Clinics de Formación, como el del Alcázar. Con todo esto, te van seleccionando para poder ir ascendiendo. Se evalúan cada uno de los aspectos y de los partidos de la temporada a través de informes de videos que nos hacen los técnicos de la FEB. Dentro de lo que es la temporada en sí, se hacen una serie de valoraciones durante los partidos sobre cada uno de los aspectos que se reflejan en los informes y, en base a esa evaluación, se pone una nota a la temporada y se decide ascender al árbitro. Tambien influye arbitrar en campeonatos de España (como el de Junior Masculino), y de Clubes. Todas estas son pruebas que hay que superar para ascender definitivamente.
-¿Qué diferencias encuentras entre la EBA y el resto de categorías?
Son categorías muy distintas. Por ejemplo, la Liga Femenina es muy profesional, ya que hay jugadoras de altísimo nivel y entrenadores que han ganado muchos títulos. La seriedad y la profesionalidad son factores importantes en este tipo de categorías, y el nivel de los jugadores es mucho más alto en el aspecto físico, la preparación, la altura… Hay que adecuarse a un juego que es más rápido y tiene más situaciones de bloqueo en el juego físico, y adaptarse al ritmo para poder estar al nivel de estas categorías una vez se asciende.
-La Federación Melillense de Baloncesto ha elogiado tu reciente ascenso de categoría. ¿Crees que tu éxito puede servir de incentivo a otros jóvenes melillenses que quieran dedicarse a la profesión?
Sin duda. Llevo trabajando con la Federación Melillense un par de años, y creo que es una motivación importante. Hace años, nadie pensaba que un árbitro melillense podría llegar a dirigir en estas categorías, y hoy en día puedo decir que lo he conseguido. Para aquellos que están comenzando en esto puede ser muy importante, porque a través del esfuerzo y de la ilusión se puede conseguir. Estoy muy contento con el nivel y el trabajo que tiene el arbitraje en Melilla, porque cada vez hay más colegiados y una mejor actitud, y creo que un buen nivel de arbitraje en nuestra ciudad favorecerá un buen nivel en competiciones nacionales.
El CAM Enrique Soler, su escuela
-¿Qué recuerdos valoras más de tu etapa como jugador del CAM Enrique Soler?
La verdad es que aprendí muchísimo, porque coincidí con grandes jugadores. Algunos de ellos, de hecho, siguen hoy en día en activo, como Dani Terrón o José Martínez, que me aportaron mucho como jugador, porque la EBA es una categoría que no deja de ser profesional, y la mayoría de los jugadores buscan triunfar algún día. Creo que, para ser árbitro, primero es importante conocer bien el juego o, por lo menos, saber en qué consiste. Si tienes la posibilidad de jugar en categorías superiores, como la EBA, eso te aporta mucho a la hora de ver el ritmo de juego y el nivel de juego que tienen, así como todos los aspectos que rodean al partido.
-Llegaste a arbitrar partidos del CAM Enrique Soler en EBA. ¿Qué sensación tuviste al arbitrar a un equipo de tu ciudad?
Siempre he dicho que arbitrar en Melilla es fantástico. Me siento muy a gusto porque tengo a mi familia y a mis amigos, que me apoyan en la grada, y que constituyen un ‘plus’ a la hora de afrontar el partido. Nunca he tenido ningún problema con ningún jugador o con ningún equipo de la EBA, y tampoco en Melilla. Que un colegiado arbitre a un equipo de su tierra ya no se ve como algo malo, como sucedía antiguamente.
