El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, respondió ayer a las denuncias públicas que en materia migratoria han realizado esta semana varios dirigentes y parlamentarios de Podemos que han visitado Melilla. Un viaje que para el presidente melillense tenía como único objetivo “hacerse una foto” y mantener “una pose” que se han traducido, a su vez, en un “desprecio al resto de la ciudad”. “Comerse unas gambitas, tomarse unas cañitas y hablar de la vida, esto es lo que ha hecho Podemos en Melilla”, agregó Imbroda, que lamentó que sus dirigentes no plantearan propuestas o reivindicaciones hacia instancias europeas para mejorar las condiciones de nuestra ciudad, como pedir más fondos europeos o “más aviones”. En definitiva, medidas que beneficien a los miles de habitantes de Melilla, una ciudad que quiso insistir que “no es una valla”.
Respecto a la reivindicación de Podemos de quitar la valla, Imbroda dejó claro que si eso ocurriera, supondría “la desaparición de Melilla como se la conoce en su estatus político” por la afluencia masiva de inmigrantes a los que habría que atender en poco tiempo. Una desaparición que se daría en un par de años y que es algo que “no se puede consentir”.
Por todo ello, consideró que España “tiene que defender Melilla y sus fronteras y poner orden”, mientras Europa “es la que tiene que poner orden global, como tantas veces se le ha pedido” y que ahora, al notar en sus puertas “este problema dramático de la inmigración irregular, quieren poner medidas conjuntas que debería haber tomado hace 5 años”.
“Campeones de Europa”
Según Imbroda, ningún otro país europeo puede dar lecciones a España ni a Melilla sobre cómo tratar a los refugiados, dada la respuesta que desde aquí se está dando a esta crisis migratoria.
“En eso somos campeones de Europa. Nadie puede darnos la más mínima lección”, afirmó Imbroda para recordar cómo se han instalado oficinas de asilo, se han tramitado en los últimos 12 meses 5.000 peticiones de protección internacional en Melilla “y se está trabajando poniendo todos los medios”.
A su juicio, el Gobierno “ha respondido perfectamente” a la inmigración de los refugiados por causa de guerra, que debería ser diferenciada de la irregular por motivos económicos, la cual “no se encauza quitando la valla, sino ayudando en los países de origen” como se está haciendo, lo que ha permitido que la pobreza en el mundo esté bajando.
