El Partido Socialista quiere que el Sistema Nacional de Salud garantice y priorice la atención a la salud mental. Así al menos lo indicó ayer, a través de una nota de prensa, la máxima responsable del PSOE local, Gloria Rojas, habida cuenta de que en la jornada de hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Rojas trasladó además el apoyo del PSOE a los pacientes y familias afectadas.
La presidenta de la Gestora del Partido Socialista de Melilla (PSME-PSOE) Gloria Rojas, subrayó ayer la necesidad de dar un impulso a las políticas de salud mental en el conjunto del Sistema Nacional de Salud, con el objetivo de «lograr la integración social y el desarrollo individual de las personas con enfermedad mental».
La líder socialista, a través de una nota de prensa, trasladó el compromiso de su formación con las personas afectadas y sus familias y la preocupación del Partido Socialista «porque su situación se haya visto agravada por las políticas de recortes que, desde el Gobierno de Mariano Rajoy, se ha realizado en derechos sociales y de servicios públicos, con la excusa de la situación económica».
A juicio de Rojas, los recortes sanitarios y la aplicación del Real Decreto 16/ 2012, que supuso el copago farmacéutico y la desfinanciación de más de 400 medicamentos, han provocado un «daño añadido» en el sistema asistencial de salud mental, tanto por lo limitado de sus recursos como por su frágil posición entre las prioridades de las autoridades sanitarias, y está creando «efectos devastadores en la calidad de las prestaciones y dañando la motivación profesional».
Además, la máxima responsable socialista recordó que el Grupo Socialista ya presentó hace un año una Proposición no de Ley ante el Congreso de los Diputados «a fin de que poner en marcha una nueva Estrategia de Salud Mental en el marco del Sistema Nacional de Salud».
Red de atención integral
Por último, habida cuenta de que hoy se celebra el Día la también portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de la Ciudad hizo hincapié en la necesidad de disponer de una «red de atención integral, en la que es imprescindible la coordinación entre salud, atención comunitaria y servicios sociales, con servicios y recursos de apoyo, redes y dispositivos de intervención, todos de carácter público, para favorecer la autonomía personal y el papel activo de las personas con enfermedad mental, tomando como referencia las iniciativas de este modelo que ya funcionan en comunidades socialistas con muy buenos resultados».
