El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aseguró ayer que en Melilla se ha dado “un vuelco” a la gestión de la inmigración irregular, ya que las diferentes medidas que se han llevado a cabo han ayudado a pasar de una versión “insostenible e inadmisible” en forma de intentos reiterados de entrada clandestina a “un control serio y efectivo de nuestras lindes fronterizas”. El Barkani señaló como claves de este logro el “refuerzo eficaz” de los medios humanos y materiales para garantizar la inviolabilidad de la frontera y la reforma de la Ley de Extranjería, que entró en vigor el 1 de abril.
El Barkani destacó que esta reforma legal se llevó a cabo “sin complejos y con decisión” por parte del Gobierno de Rajoy. Una medida que causó mucha polémica en su día, pero que ha permitido junto a los refuerzos “variar una situación que en 2014, con más de 70 saltos masivos a la valla, amenazaba con convertirse en algo insostenible”. Aquellas escenas “quedan ya lejos”, pero el delegado del Gobierno lamentó la “incomprensión y críticas desde el seno de la Unión Europea” hacia los movimientos del Gobierno español intentando buscar la manera de zanjar una situación que “tanta vulnerabilidad comportaba para nuestra sociedad”. “Se nos juzgó con severidad y se vilipendió y cuestionó injustamente a las fuerzas de seguridad y en especial a la Guardia Civil”, dijo El Barkani al recordar cómo “se intentó más de una vez presionar y acorralar con acciones legales ante los tribunales de Justicia”. También rememoró los intentos de aquellos que “se han empeñado en cuestionar el quehacer de la Guardia Civil, confrontándolo con los Derechos Humanos”, lo cual suponía no solo ir contra los intereses de Melilla y de España en su conjunto, sino “una tremenda injusticia”. Un ejemplo En cualquier caso, consideró que se ha pasado página de aquella etapa y Melilla es hoy “un ejemplo del necesario control fronterizo y del respeto a la legalidad vigente, y de la ayuda humanitaria que se presta a los desplazados”. En definitiva, “un ejemplo adelantado de lo que hoy se ha convertido en una realidad para toda Europa”. De esta manera, se refirió a cómo el resto de países miembros de la UE centran su atención en un problema que Melilla lleva años afrontando, y sobre el que “nos anticipamos a gestionar con humanidad, pero también con racionalidad y realismo”. “Venimos ya de vuelta de lo que hoy tanto ocupa y preocupa a nuestros socios europeos”, señaló al respecto Abdelmalik El Barkani, que pidió a Europa que aborde la cuestión migratoria “con generosidad y solidaridad, pero también con determinación y responsabilidad”. El delegado dijo ser consciente de “la entrega y el sacrificio” con los que la Guardia Civil custodia las fronteras, hasta el punto de que muchos sufrieron lesiones cumpliendo servicio de vigilancia en las fronteras. También dijo que conoce “la necesidad de mejorar las condiciones” en las que los miembros de la Benemérita realizan su trabajo, un objetivo que consideró cumplido en parte con la llegada de refuerzos del Grupo de Reserva y Seguridad, la unidad de helicóptero y “la inminente incorporación” de 50 agentes a la plantilla de la Comandancia. Entre las asignaturas pendientes, habló de la mejora del paso fronterizo de Farhana, que será acometida próximamente, y la importancia de “afrontar cuanto antes una mejora del paso de Barrio Chino” para mejorar las condiciones de funcionarios y porteadores. Sobre Martín Villaseñor El Barkani defendió nuevamente la inmigración regular y ordenada, porque “siempre ha sido y será fuente de riqueza y desarrollo”, frente a la irregular que promueven las mafias. Por ello consideró “importante” el resultado obtenido de los “cuatro años de trabajo intentos, duros y difíciles” que han pasado, en los que ha sido importante la “entrega y dedicación” de la Guardia Civil para conseguirlo. Un logro en el que también destacó la labor de ONG como ACNUR, OIM, Cruz Roja, ACCEM o CEAR para colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El delegado quiso tener un reconocimiento expreso en su discurso hacia el coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, a quien agradeció su trabajo al frente de la Comandancia, así como el “celo y empeño” que pone en esa misión “combinando sus obligaciones con un ejercicio de transparencia”.
