El Casino del Real tendrá que cerrar las puertas de su sede, en la calle La Legión, el próximo 30 de noviembre. Su presidente, Juan José Pedreño, explica que el local, alquilado por el colectivo, ha sido adquirido por un nuevo propietario. No obstante, la entidad prevé continuar con su actividad diaria en el nuevo edificio que se construya, en unas dependencias situadas en la entreplanta. Mientras dure la obra, unos ocho meses, los socios se trasladarán a unos garajes cercanos para poder seguir disfrutando de sus momentos de ocio. El Casino del Real, con 98 años de historia ligada a la vida social de este emblemático barrio melillense, tendrá que decir adiós, por el momento, después de conocerse que los socios tendrán que abandonar su sede el próximo día 30 de noviembre .
Juan José Pedreño, el actual presidente de la entidad, explicó ayer en declaraciones a MELILLA HOY que el local donde se ubica el Casino, en la calle La Legión, no es de propiedad del colectivo, excepto la zona del bar, de unos seis metros cuadrados. Tras el fin de la renta antigua, según indicó, los propietarios del local han decidido venderlo a una empresa que tiene la intención de derribar el inmueble para edificar una nueva construcción, algo que está previsto que comience el próximo 1 de diciembre.
No obstante, ya que el bar es propiedad de la entidad, han llegado a un acuerdo con el nuevo propietario para que se haga una permuta y el Casino del Real pueda continuar su actividad en la futura entreplanta del edificio, en un plazo de unos ocho meses. Por este motivo, el colectivo ha alquilado dos garajes en una calle cercana para poder continuar su actividad mientras concluye la obra.
De este modo, según explica el presidente del Casino del Real, los socios, unos 150, podrán seguir disfrutando de sus momentos de ocio diario, aunque ya no sea en las mismas dependencias que vieron nacer al colectivo hace cerca de cien años. El contador del Casino del Real, Cristóbal Moreno, explicó que cuando conocieron que el local se iba a poner a la venta, acudieron a la Ciudad Autónoma para buscar una solución.
Según indicó, fueron recibidos por el anterior consejero de Fomento, Miguel Marín, al que llevaron una propuesta para que la Administración local adquiriera el inmueble y establecer en la calle La Legión una Oficina de Atención al Ciudadano (OIAC), en concreto, la que está situada en la urbanización La Araucaria. Sin embargo, Moreno lamentó que pese a estas gestiones, finalmente se les trasladó que no iba a ser posible poner en marcha la propuesta de los miembros del Casino del Real.
Los socios que se congregaban ayer en su sede creen que las “entidades oficiales” podrían haber mostrado más apoyo para que uno de los colectivos más conocidos de la ciudad continuara su actividad en su casi centenaria sede.
Los miembros del Casino del Real recuerdan los mejores años de esta entidad, cuando llegó a tener cerca de 600 socios y cuya sede albergaba eventos como la Navidad, la entrega de regalos el día de Reyes, Carnavales o la Feria del barrio del Real.
Moreno explicó que la intención de la directiva es que tras esta situación, la entidad se revitalice y que las nuevas generaciones se animen a formar parte de un colectivo que cumplirá cien años en mayo del 2017. Sus socios esperan que la historia del Casino del Real se siga escribiendo pese a tener que trasladarse a otra sede y abandonar unos salones que han sido testigos de la más animada vida social de este barrio melillense.
