Te digo una cosa. Una cosa nada más. Una cosa, que no tiene más importancia que la que tiene, si es que tú quieres dársela. Por lo tanto no la olvides. Y no la olvides, porque si la olvidas, además de dar a entender que no tienes buena memoria, también te presentas ante los demás, como una persona , hombre o mujer, o mujer o hombre, un poco egoísta- por no decir algo insolidaria,-…
…que apenas tienes en cuenta ,las necesidades,problemas,trabajos,ilusiones,esfuerzos,dedicaciones,controversias,enemistades,dolores de cabeza, etc.…todo eso y más, que el ejercicio de una labor-,aunque esta disponga de algunas gabelas extras-,contienen en sí misma, antes de que tu y otros como tú y otras más guapas, lo “manoseen” y lo hagan participe de las muchas “manchas”, que a través del día, suele recibir, como pago a su servicio. Ejemplo significativo de lo que eres capaz de darle, por ese egoísmo e indiferencia que pones de manifiesto. ¿Te enteras?
Por ello, te digo una cosa, y te la digo para decirte, que tú, aunque no lo creas, eres también una parte importante, por no decir vital de su existencia. Sí señor. No te pongas así. Ya que por ti y por otras más guapas, el está en este mundo sufriendo.
Sufriendo el monótono y cansino machaqueo de su nacimiento. El caluroso o gélido amanecer de su presencia .La indiferencia detractora a su contenido. A veces, recriminado, ofendido y denigrado, que sufre en silencio, y sin embargo, retorna cada día, con nueva cara y un nuevo cuerpo ilusionado, a compartir contigo, lo que está pasando .Con su verdad. A su manera. Pero con su verdad. Que tal vez no coincida con la tuya, lo cual manifiesta su nobleza y respeto hacia ti. No te habla para enajenarte Solo para informarte. Para darle opción a tu criterio. Para dar sentido a tu opinión y amplitud a tus propios razonamientos. Nunca ejercita lo dictatorial, ya que el sabe, que tu libertad es la suya y en ella comparte su esperanza, su trabajo y su propia vida.
Por eso, te voy a decir una cosa. Una cosa nada más. Una cosa para que lo valores, ya que al hacerlo, te valoras a ti mismo, al tener la íntima satisfacción de no ser un extraño en su existencia, y si un miembro más de la misma. En la cual, alguna vez, hayas necesitado de estar incluido. Por eso y porque tienes, la suficiente categoría, para ser dueño de tus propias ideas y deseos. ¡Deja de pedir el periódico en bares, cafeterías, barberías, casinos y similares y adquiérelo con tu propio dinero! Porque a pesar de que vale mucho, no cuesta tanto y además de ser tu su primer compañero, también tendrás el orgullo de serlo, no por mediación de otros, y si por entrega ¡propia. ¿Me explico? Pues ya lo sabes. No lo tomes a mal ¡COMPRA EL PERIODICO!
Buenos días y Buena prensa
