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Tras la vista oral, la Fiscalía sostiene la acusación por lo que pide para cada uno de los dos médicos tres años de prisión, aunque ha retirado los tres años de inhabilitación

La defensa de los médicos acusados por presuntamente manipular una analítica, apunta a un error de otros sanitarios

La Audiencia Provincial dio fin ayer a la celebración de la vista oral en la que se acusaban a dos facultativos del Hospital Comarcal de presuntamente haber manipulado unos análisis para que el hermano de uno de ellos evadiera una pena por conducir ebrio. Por su parte, la Fiscalía en las conclusiones emitidas ayer durante el juicio sostiene que había un "plan restablecido" entre ambos médicos, mientras que la defensa achaca dicha manipulación a un error de otros sanitarios implicados en el proceso de extracción y análisis de sangre. La sala de la Audiencia Provincial acogió ayer la última parte de la vista oral con la que se pretende esclarecer los hechos ocurridos el pasado mes de marzo de 2011, cuando presuntamente dos médicos del Hospital Comarcal participaron en la manipulación de los resultados de unos análisis, para evitar que el hermano de uno de los facultativos no fuera penado por conducir ebrio.

La Fiscalía solicitaba por el delito de falsedad documental a cada uno de los médicos tres años de prisión, 3.600 euros de multa y tres años de inhabilitación por el presunto delito. Sin embargo, tras la celebración de la vista oral, el Ministerio Público ha retirado de su escrito de acusación la inhabilitación.

Cabe recordar que fue el hermano de uno de los acusados, quien en el primer control de alcoholemia dio positivo con 0,79 mg/l, una tasa superior a lo permitido. Tras llevarla a cabo de nuevo y dar similares resultados el conductor solicitó que se le realizara una analítica que terminó dando resultado negativo de alcohol en sangre, debido a que, según se comprobó después, la sangre era de uno de los médicos acusados.

Tras haber declarado tanto los acusados como todas las personas por las que pasó la sangre extraída al hermano del médico, faltaba por declarar la persona responsable de volcar los resultados en el ordenador del Hospital y de entregar la analítica a los agentes de la Policía Local. Durante la vista, la profesional sanitaria ratificó que había sido ella quien entregó la analítica debido a que uno de los médicos acusados estaba descansado del turno de noche.

Asimismo, la testigo afirmó a preguntas de la defensa algunos hechos que ya habían sido deducidos con las declaraciones de otros sanitarios implicados como testigos. Entre ellas, que la mesa de control donde se dejaban las muestras de sangre podía estar al alcance de profesionales y familiares de pacientes o que era habitual que con el fin de no recargar de trabajo al resto de profesionales, fueran los propios sanitarios quienes gestionaran las muestras de sangre cuando ellos mismos querían llevarse a cabo alguna prueba.

Un plan restablecido Vs error
El informe de conclusiones de la Fiscalía mantiene la acusación a ambos facultativos ya que considera que si bien no hay pruebas directas de que fueran los propios médicos quienes manipularon los resultados, si que existen indicios que apuntan directamente a un plan restablecido para distorsionar los resultados.

El Ministerio Público ve que, además del contacto previo que hubo entre el conductor detenido y su hermano médico antes, y al llegar al hospital, las cámaras del centro reflejan como el facultativo va hasta los laboratorios e intentan entrar insistentemente a través de las tres vías de acceso. Estas pruebas se suman a las declaraciones de la técnico de laboratorio que asegura que el médico le sugirió manipular los resultados.

A la vez, en cuanto al otro facultativo acusado y de quien posteriormente se descubre que había sido la sangre, la fiscal ve una "incongruencia" el hecho de que el médico se realizara un análisis en mitad de la noche para descartar una posible diabetes. Y es que el acusado había comido una hora antes por lo que los resultados se podían ver afectados según la fiscal, y por otro, el hecho de no haber gestionado la muestra para los análisis posterior a su realización, sino que dejara la muestra de sangre en la mesa de control y fuera a la sala de descanso hasta por la mañana.

“Justificar su error”
Por el contrario, las dos letradas de la defensa de ambos facultativos entienden que no existen pruebas directas y que todos los indicios apuntan a un error por parte de algunas de las personas implicadas en el proceso de la recogida de la muestra hasta los análisis desde la técnica de laboratorio, la enfermera o el celador.

Asimismo, la defensa de uno de los facultativos apunta a una diferencia horaria en el que no coinciden los hechos, ya que cuando el facultativo acusado se extrae la sangre para realizarse los análisis de diabetes, al hermano del otro acusado, aún no se le habría realizado ni la primera prueba de alcoholemia.

A su vez, la defensa del facultativo que era familiar del conductor, asegura que la técnica de laboratorio que acusa al médico de haberle sugerido manipular las pruebas, pone una incidencia seis días después y no de manera inmediata aquella noche, lo que hace sostener a la letrada que lo hizo para justificar su error.

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Redacción

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