El abogado y decano del Colegio de Abogados de Melilla (Icame), Blas Jesús Imbroda, defendió el pasado 22 de enero su tesis sobre 'La posición de Melilla en la Historia Constitucional Española' en la que obtuvo una calificación de Sobresaliente Cum Laude. La investigación trata de abordar los cambios en el orden jurídico de una ciudad con un gran predominio militar, así como el papel que juega la administración central en normalizar e igual al resto del territorio el régimen jurídico. El abogado y decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame), Blas Jesús Imbroda, defendió el pasado 22 de enero su tesis doctoral titulada 'La posición de Melilla en la Historia Constitucional Española'. El resultado de meses de trabajo para el ya doctor ha sido nada menos que sobresaliente Cum Laude, obteniendo la correspondiente medalla de Doctor a manos del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga, Juan José Hinojosa.
El estudio llevado a cabo por el letrado, trata de explicar la asimilación de Melilla al resto del territorio español en su configuración jurídico administrativa, así como en la declaración y desarrollo de los derechos políticos. Para ello, la ciudad necesitará superar el predominio y protagonismo del ámbito militar que llevaba más de cuatro siglos implantado en todos los órdenes de la ciudad, y así poder llegar a reconocerse el carácter civil de la misma.
Según relata el decano en su tesis doctoral, este nuevo orden al que aspirará la ciudad, se logrará tras una evolución que tiene como punto de inflexión la segunda mitad del siglo XIX, periodo determinante en su evolución hasta llegar a conseguir la igualdad de derechos en su organización y configuración jurídica en el primer tercio del siglo XX.
La investigación también aborda el debate en la opinión pública y en el Congreso de Diputados, contra el régimen excepcional que tenía la ciudad que propiciará el desarrollo normativo necesario que tendrá su fin en la II República.
Sin embargo, para esta transformación de la Melilla militar a la Melilla propiamente civil en su orden jurídico, Imbroda explica que hubo que superar el concepto de que se trataba de una ciudad en guerra o en riesgo de guerra.
Los tres pasos que dieron lugar a este cambio, según destaca Imbroda, fueron la creación de los juzgados ordinarios en la ciudad, y por ende que dejaran tener competencia en el ámbito penal y civil los tribunales militares; la creación del Ayuntamiento, y la elección de representante en el Congreso.
La proclamación de la II República en Melilla el 14 de abril de 1931 va a propiciar el reconocimiento, por primera vez en la historia, de los plenos derechos políticos en la ciudad de Melilla. Esto supuso que el Delegado de Gobierno pasará a ser un civil, el Ayuntamiento se constituirá y funcionará como tal y serán elegidos democráticamente su alcalde y concejales. Y por primera vez en la historia, Melilla tendrá representación en el Parlamento mediante la elección de un diputado.
En la investigación también se analiza la evolución jurídica de la ciudad, así como la repercusión que tuvieron tratados internacionales y momentos políticos que incidieron en la misma durante la época constitucional.
