Hoy se cumplen dos semanas desde que Melilla fue sacudida por el terremoto de 6.3 grados registrado al sur del Mar de Alborán. Desde aquel 25 de enero, la rutina se ha roto por completo en el Parque de Bomberos de nuestra ciudad, cuya plantilla ha tenido que afrontar un enorme volumen de trabajo. Las estadísticas así lo confirman: en estos 14 días son alrededor de 1.200 las actuaciones que acumula el Servicio de Extinción y Prevención de Incendios, lo que supone casi el 60% de todas las intervenciones de 2015. Según ha podido saber MELILLA HOY, el año pasado los Bomberos llevaron a cabo 2.023 actuaciones en total, de muy diversa índole, como la extinción de incendios, intervenciones por accidentes de tráfico o averías de agua, salvamentos y rescates o auxilios diversos en la vía pública. En reconocimientos e intervención de inmuebles, que ha sido la actuación “estrella” de las últimas dos semanas en el Parque de Bomberos, hay apenas 186. La media habitual de intervenciones es de cuatro o cinco servicios.
Estos registros, los habituales en un año normal, han quedado totalmente pulverizados en este 2016, el año en que Melilla ha sufrido el segundo terremoto más importante de su historia reciente. La jefa de Bomberos, María José Marcos, indicó a MELILLA HOY que a mediados de la semana pasada ya había contabilizadas unas 1.200 actuaciones por el terremoto. Una media de casi 86 diarias.
Desde el 25 de enero, el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento no ha parado por las muchísimas llamadas que ha habido que atender para reconocer junto a los técnicos de la Ciudad Autónoma los edificios afectados.
La mayor parte de los avisos, según Marcos, era por cuestiones que no revestían gravedad. “Tengo el Parque de Bomberos pero que muchos edificios a los que he tenido que ir por avisos”, señaló la jefa de este servicio de emergencias, convencida de que el motivo que ha desencadenado este colapso han sido los nervios y la preocupación de los ciudadanos ante el desconocimiento del nivel de gravedad de las grietas que han sufrido en sus inmuebles.
Los Bomberos se han topado, además, con un segunda dificultad tras el seísmo, y es que han recibido muchas llamadas de melillenses que pensaban que era allí donde había que recurrir para hacer las valoraciones periciales para los seguros. “La intervención de los Bomberos es para evaluar los daños del terremoto y poder desalojar a las personas que están corriendo algún peligro en sus viviendas. En definitiva, es para emergencias”, quiso aclarar la jefa de esta unidad de emergencias, que ya ha cerrado el dispositivo del terremoto.
Ahora, señaló, el Cuerpo de Bomberos afronta un trabajo más de gabinete, en el que hay que ordenar y organizar todo el trabajo realizado y “ver lo que ha quedado pendiente” para dar prioridades, revisando y aplicando medidas correctoras.
