En una nota de prensa la Dirección Territorial del INGESA en Melilla asegura que el proceso de reubicación de los diferentes servicios sanitarios que operaban en el edificio de General Polavieja-Álvaro de Bazán, "se ha efectuado conforme a las normas establecidas", con lo que responde a las críticas vertidas ayer por el representante de la gestora del PSOE de Melilla, Francisco Vizcaíno. En este sentido señala que, en cuanto a las consultas médicas situadas en el Centro de Salud Zona Centro, las medidas que se tomaron "fueron expuestas previamente en tres reuniones distintas a las que asistieron entre otros el director médico de Atención Primaria y el jefe del servicio de Prevención de Riesgo Laborales, en las que se aportaron ideas y recomendaciones que fueron llevadas a cabo para poder acomodar de la mejor forma posible tanto al personal sanitario como al personal de enfermería y facultativos".
Para paliar el problema del "espacio limitado" afirma que se acordó la creación de dos estancias modulares, a la que se sumó una tercera, "que cuentan con todos los elementos para poder prestar la consulta médica y la adecuada atención al paciente". Esta ha sido una solución "que no altera la construcción del edificio, para una vez finalizadas las obras del edificio de Polavieja-Álvaro de Bazán poder desmontarlas sin ocasionar desperfectos en el edificio".
Reseña Ingesa que estas consultas cuentan con dispensadores higiénicos de hidrogel dispuestos en las paredes de cada una de ellas, además también se han distribuido unidades dispensadores de hidrogel de formato de "encima de mesa".
Vacunas
Con respecto al almacenamiento de vacunas y medicamentos de farmacia del centro de salud, informa que en la actualidad está ubicado en el Hospital Comarcal de forma provisional, ya que se está adecuando el Centro de Salud de la Zona Oeste para albergarlo en la próxima semana. Respecto a la autorización de sanidad, en su momento se realizó la petición pertinente pero todavía no hay dictamen.
En definitiva, "aun siendo conscientes de que las condiciones de las nuevas ubicaciones, como siempre que hay un desplazamiento obligado, no puedan ser las idóneas en todos los casos; sí hay que rechazar tajantemente que las mismas atenten contra las necesidades de los trabajadores y, mucho menos, contra la legalidad vigente, ya que desde el momento inicial en las actuaciones se ha contado con los departamentos competentes".
Por tanto, "no cabe más que lamentar y denunciar que, por intereses ajenos al del interés público, se intente confundir a los usuarios", manifiesta. "Sólo cabe esperar el resultado de la obra que es el origen de todo esto: un avance incuestionable en las infraestructuras sanitarias de Melilla", concluye el escrito.
