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Vida Universal

El tercer mundo necesita una aclaración sobre la Ley del Karma

No está en la ley de Dios llevar sólo el pan de este mundo a los hombres que sufren hambre y miseria allí donde aumenta el número de nacimientos. Pues este crecimiento no se reduce con esto, todo lo contrario. Con cosas externas como pan, medicamentos, ropas y otras cosas apenas puede ser aliviada la miseria interna.. Muchas almas que regresan a la Tierra con una fuerte carga de vidas pasadas, se encarnan precisamente en los países subdesarrollados ya que su nivel de conciencia corresponde a las condiciones espirituales y físicas que allí existen. Otro grupo de almas también se encarna en ese llamado Tercer Mundo para ayudar en vestido terrenal a sus hermanos, y eliminar al mismo tiempo su carga reconocida.

Para ayudar verdaderamente a los hombres en los países subdesarrollados o en las regiones pobres de un país no solo es necesario el pan terrestre, ropas y medicamentos sino sobre todo el pan vivo, es decir, las explicaciones sobre la ley de causa y efecto y aclaraciones sobre como se puede cumplir la ley "Reza y trabaja" para conseguir tanto un desarrollo espiritual como físico. Esto significa que no se puede eliminar la miseria interna, es decir la falta de evolución de las almas que allí se encarnan únicamente por medio de un control de la natalidad, pues si éste tiene éxito en un país, se producirá un mayor número de encarnaciones, es decir nacimientos, en otra región pobre de la Tierra. Las encarnaciones que por ejemplo en Occidente son evitadas a través del control de natalidad, las medidas preventivas o el aborto, tienen lugar en Oriente y África, en el Tercer Mundo. Siempre que en una parte del Mundo se evitan las encarnaciones, aparece una superpoblación en otro lugar.

Por eso en el tercer mundo no solo hace falta ayuda para las condiciones externas de la vida, sobre todo es necesaria la aclaración de la Ley de Siembra y cosecha (Ley del Karma), y la instrucción de cómo puede ser cumplida la ley "reza y trabaja". Si se proporciona la ayuda conveniente tanto en lo espiritual como en lo físico, entonces puede ser evitado el debilitamiento y aliviada la miseria. El Espíritu de Dios es la Vida en todo, y la Vida es incargable. El cuerpo espiritual con sus envolturas ensombrecidas es llamado alma, por lo tanto, solo el alma se puede cargar. Cuanto más cargada está un alma, más tiende hacia la Tierra, hacia un cuerpo terrenal, ya que lo considera como su vida. Si un alma está muy cargada, es decir si el alma no está sana, si está ensombrecida y orientada hacia lo mundano, entonces siempre volverá a buscar un cuerpo a través del cual, como ella cree, poder vivir. Almas sonámbulas, o sea muy cargadas, ven su vida solo física y no espiritualmente.

Si el hombre desea ayudar a sus semejantes tiene que tener en cuenta el desarrollo del alma y el bienestar físico. El no proporcionará únicamente pan, medicamentos y vestimenta a los hombres, sino que les explicará la ley que dice "Reza y trabaja" y les animará para que cumplan las leyes de Dios y aprendan a rezar, o sea para que vivan correctamente y puedan vivir de su trabajo creando una economía basada en los principios espirituales. Esta economía, según las leyes del Espíritu, no se basa en los principios de la ganancia individual, de la propiedad individual. Se basa en el fundamento que dice: Uno para todos y todos para uno.

Cuando los hombres ignorantes se preocupan solo del cuerpo y lo proveen únicamente de pan, vestuario y medicamentos, entonces no se puede ayudar al alma orientada hacia el mundo. Por el contrario esto es agradable para ella, pues a ella le gusta vivir en vestido terrenal, gozar de la vida sin esforzarse por nada, llevando una existencia regalada y dejándose servir en todo. El alma atada al mundo ve en esto el sentido de su vida, siendo estos sus deseos y metas, sus privilegios aparentes. Sin embargo la evolución del hombre y del alma hacia lo divino no vale sólo para el Tercer Mundo, sino para todas las personas que viven en la Tierra.

Ana Sáez Ramirez, Del Libro: "Tu hijo y tu" www.editorialvidauniversal.com

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