La Guardia Civil y las fuerzas de seguridad de Marruecos impidieron ayer que un grupo formado por 12 subsaharianos lograra su objetivo de entrar a Melilla de forma irregular saltando la valla. Según informaron a MELILLA HOY fuentes policiales, el intento de entrada se produjo a las 6.30 horas en la zona del dique sur, donde una docena de inmigrantes de origen subsahariano logró llegar al vallado, aprovechando el fuerte temporal de viento, oleaje y lluvia que azotó ayer nuestra ciudad. El despliegue de la Guardia Civil y la colaboración “fundamental” de Marruecos frustraron el intento de salto, el segundo en menos de diez días. Ni la alerta naranja ni las rachas de 90 kilómetros por hora achantaron a los inmigrantes, que recurrieron a la vieja estrategia de encomendarse al mal tiempo para intentar pillar en un descuido a la Guardia Civil y las fuerzas auxiliares de Marruecos. Pero el fuerte despliegue de ambos cuerpos impidieron este nuevo intento de acceso irregular a Melilla, ya que fuentes policiales aseguraron a este Diario que ninguno consiguió pisar suelo español.
Los inmigrantes, ayudados por la zona rocosa que hay en la zona del dique sur, sí llegaron a tocar la valla. Esta zona del perímetro fronterizo, que separa la bahía melillense de la zona portuaria de Nador, no es uno de los lugares habituales de intentos de entrada y es más frecuentada por quienes tratan de llegar nadando, como pasó el lunes, cuando un subsahariano salió presumiblemente de la zona del dique sur para llegar nadando hasta el puerto de Melilla ayudándose de una madera.
Viento y lluvia
Según explicaron fuentes policiales, el intento de entrada se produjo sobre las seis y media de la mañana, en un momento en que llovía mucho y también hacía bastante viento. Estas circunstancias empeoran las condiciones de la Guardia Civil para custodiar la frontera, pero los agentes que estaban de servicio detectaron a tiempo a los 12 que protagonizaron el intento de entrada. Formaban un grupo muy disperso que frenaron varias patrullas de la Comandancia de la Guardia Civil, así como del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), que llevan meses reforzando el perímetro fronterizo entre Melilla y Marruecos.
La colaboración de las fuerzas auxiliares marroquíes fue “fundamental” para evitar este intento de entrada, en el que se aplicó a todos los inmigrantes el rechazo directo en frontera, un procedimiento incluido en la Ley de Extranjería desde el 1 de abril y que sigue generando una enorme polémica meses después.
De hecho, el salto de ayer se produjo cuando aún seguía el eco de la polémica entre ACNUR y el Gobierno central, con la intervención de la Comisión Europea, que sucedió al intento de entrada que el 18 de febrero realizaron unos cien subsaharianos. En aquella ocasión, al igual que ayer, ninguno consiguió entrar, pero alrededor de una decena logró encaramarse a la valla y pese a sus intentos de llegar a Melilla, fueron entregados a las autoridades marroquíes.
