Guerra, alertó que la actual tendencia «rupturista» de las CC. AA. llamadas «históricas», así como la «inacción y pasividad» del Gobierno Rajoy ante los procesos secesionistas, «pueden acarrear problemas de imprevisibles consecuencias», lo que «afectará también a una ciudad muy vulnerable como Melilla».
Consideró el upedista que actualmente «la demagogia, el populismo y el marketing” se imponen en un escenario político carente de valores y ética. «El progreso ha quedado relegado al segundo plano y el continuismo, es una losa que impide cualquier reactivación positiva, arrastrándonos a la decadencia más absoluta», dijo.