Los jóvenes parados del Monte María Cristina han dado un paso más en su lucha para conseguir los puestos de trabajo del barrio, tal y como denuncian que se les prometió durante la campaña electoral. Por eso han empezado a llamar a las puertas de los vecinos, para pedirles apoyo a través de una recogida de firmas con la esperanza de obtener así la atención de las autoridades locales. En la misma petición solicitan que se termine con el “abandono” a la barriada, así como la mejora de las instalaciones. Los jóvenes parados del Monte María Cristina siguen emprendiendo acciones para reivindicar “el poco trabajo” que se crea en el barrio. Cerca de diez vecinos llevan desde el pasado jueves encargándose del parque y el campo de fútbol de la zona, después de plantarse ante los trabajadores contratados por la empresa externa y hacerles entender de forma pacífica que ahora son ellos quienes se ocupan de las tareas de mantenimiento de las instalaciones.
Ahora han dado otro paso más en su lucha. Según explicó uno de los jóvenes desempleados involucrados, se ha iniciado una recogida de firmas para exigir la creación de puestos de trabajo en el Monte María Cristina, así como que éstos vayan a parar a las personas del barrio “tal y como se nos prometió”. Asimismo, en la misma petición se pide que se mejoren las infraestructuras del barrio y se creen nuevas instalaciones. “Estamos muy abandonados”, lamentó el joven de la barriada. Por eso también han solicitado la creación de una asociación vecinal que vele por los intereses de los vecinos de la zona.
Según admitió, todavía están estudiando de qué manera se pueden hacer legales las firmas recogidas para que sus súplicas sean atendidas finalmente. No obstante, los parados del Monte María Cristina ya han empezado a llamar a las puertas de las casas para pedir a los vecinos que se sumen a su causa. Además, el joven parado de la barriada afirmó que se va a instalar una mesa en el parque para que aquellas personas que quieran firmar la petición puedan hacerlo.
“Los muchachos estamos hartos de entregar el currículum y no conseguir nada. No tenemos nóminas y muchos tienen hijos a su cargo”, expuso el joven. En esta línea, aseguró que los jóvenes del barrio no tienen “nada que perder”, por lo que no pararán hasta conseguir “aquello que nos corresponde legítimamente”: un puesto de trabajo.
