La Policía Nacional ha detenido a tres individuos como presuntos autores de un delito de desórdenes públicos por su participación en los disturbios que provocó un grupo de jóvenes en el Tiro Nacional durante buena parte de la madrugada de ayer. Los alborotadores cortaron la luz para dejar las calles del barrio a oscuras. También pusieron contenedores, vallas y material de obra en las carreteras para impedir el acceso de la Policía. Finalmente, la actuación policial permitió devolver la calma al Tiro Nacional sobre las tres de la mañana. Según informaron fuentes policiales, los disturbios comenzaron a última hora de la noche del domingo, cuando aún era el Día Internacional del Trabajo. Al parecer, los jóvenes que provocaron el desorden público en el barrio exigían, precisamente, un empleo recurriendo a métodos violentos.
Primero sabotearon un transformador de energía eléctrica para dejar al barrio sin suministro en el alumbrado público, logrando la oscuridad total en las calles para poder actuar dificultando su identificación y localización. También colocaron piedras en la carretera para impedir que la Policía pudiera acceder, además de vallas y varios contenedores a los que prendieron fuego.
Varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía, concretamente de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), se trasladaron al lugar en torno a la medianoche. Cuando los agentes hicieron acto de presencia en el barrio, los jóvenes se enfrentaron abiertamente contra ellos, lanzándoles piedras y botellas de cristal, entre otros elementos.
Esto obligó a los policías a recurrir al material antidisturbios, tal y como se puede apreciar en los vídeos que han difundido en las redes sociales algunos de los vecinos que presenciaron la escena desde sus ventanas y balcones. Era, tal y como manifestaron muchos, imposible dormir por los gritos y la escandalera que formaron los participantes en el disturbio, causando miedo y temor entre las familias que esperaban en sus casas a que volviera la calma.
Muchos llamaron al teléfono de emergencias 112, que registró decenas de llamadas. Otros vecinos optaron por bajar a la calle y sacar de allí sus coches para evitar que el lanzamiento de piedras y otros objetos, o el fuego de los contenedores, les provocaran daños materiales.
Los Bomberos, escoltados
Desde la Jefatura Superior de Policía apuntaron que no hubo que lamentar daños y que la tranquilidad y el suministro eléctrico volvió al barrio tres horas más tarde después de iniciada la actuación policial, sobre las tres de la mañana, cuando se produjo la detención de los tres individuos que estaban “jaleando” al resto de jóvenes actuando casi como cabecillas. Ayer pasaron a disposición judicial.
También tuvieron que intervenir en la zona los Bomberos para apagar el fuego de los contenedores incendiados, labor que hicieron escoltados por la Policía Nacional. La Policía Local, por su parte, cortó al tráfico la zona.
