El consejero de Educación, Juventud y Deportes, Antonio Miranda, durante la rueda de prensa celebrada con motivo de la I Carrera Popular La Salle, felicitó ayer al cuerpo técnico, a la junta directiva y a los jugadores del Club Melilla Baloncesto por la temporada que están completando, encontrándose a una sola victoria del ascenso a la Liga ACB. esta felicitación la hizo extensiva a todos los aficionados.
Antonio Miranda fue cuestionado por la posible implicación de la Ciudad en caso de que finalmente se consiguiera el ascenso. El consejero señaló que la Ciudad «siempre ha apostado por el deporte, y por el baloncesto en particular», pero refiriéndose a este asunto en particular, lo calificó como un tema difícil. «El asunto económico es un tema difícil y tendremos que sentarnos a hablar con el club y ver las posibilidades que hay, pero con tranquilidad y serenidad».
Cabe recordar que el club melillense deberá depositar una cantidad de alrededor de 3’5 millones de euros, más el IPSI, en concepto de inscripción, además de confeccionar la plantilla. En este sentido, el consejero recordó que equipos como Palencia, Burgos y Breogán tuvieron que renunciar al ascenso por no poder hacer frente a esta cantidad. Siguiendo con este tema, el consejero expresó su deseo en que se tome una determinación en lo que se refiere al polémico canon, porque tres millones y medio de euros «es una cantidad muy importante».
Melilla es una ciudad en la que el deporte «es un atractivo turístico», recordando la Carrera Africana, el Triatlón Europeo y el próximo Torneo de la Amistad, que se celebrará el próximo mes de julio, con la participación de las selecciones nacionales de baloncesto de Italia, Grecia, Francia y España, por lo que volvió a reiterar que es un tema en el que «hay que sentarse y hablar».
Los plazos están muy próximos a cumplirse, pues a mediados de junio, el club melillense, en caso de lograr el ascenso, deberá de hacer frente al pago del canon. Otro aspecto es el de la infraestructura, pues el Pabellón Javier Imbroda tiene un aforo de alrededor de 3.500 plazas, y la ACB exige un mínimo de 5.000, aunque hay un año de plazo para efectuar esta adecuación.
