La presunta víctima afirmó haber recibido insultos por parte de su exmarido, además de agresiones al intentar evitar que el acusado se llevara a su hija de 6 años “por la fuerza”, aunque admitió que, según el régimen de visitas, el padre podía pasar aquel día con la menor. Por su parte, el denunciado negó los hechos que se le imputaban y aseguró que su expareja actuaba con la finalidad de impedir que él pase tiempo con su hija. La fiscal pidió para el acusado una pena de un año de prisión por un delito de lesiones. El Ministerio Fiscal solicitó un año de prisión para un individuo, acusado de agredir a su exmujer durante un forcejeo y de descalificarla verbalmente mediante una llamada telefónica. Según explicó el denunciado, el pasado 12 de mayo recibió una llamada del colegio de su hija, de 6 años, porque nadie había acudido a recogerla. Entonces, según su versión, fue a por la menor y después la entregó en el portal de la vivienda de su madre, donde esperó hasta que la niña hubo entrado en casa. El hombre aseguró que “no me atrevo” a acompañar a la menor hasta la puerta del piso por miedo a sufrir “alguna encerrona” por parte de su expareja. En esta línea, el denunciado afirmó que no se llegó a producir ningún encontronazo. “Supongo que las lesiones se las ha provocado ella misma”, llegó a afirmar, apuntando que la denuncia forma parte de un plan “para que no vea a mi hija”.
No obstante, la presunta víctima relató que el hombre dejó a la menor “en un aparcamiento en la calle” y luego la llamó diciéndole que “había dejado tirada a la niña y que era una guarra”. Según su versión, después de colgarle se presentó en su casa e intentó llevarse a la hija “a la fuerza”, recibiendo ella varios golpes cuando intentaba retenerlo. “Me cogió del cuello, me empujó, me arañó…”, afirmó la denunciante. En su declaración admitió que, según el régimen de visitas concertado, la menor podía pasar aquel día con su padre, aunque trató de evitarlo “porque la niña gritaba mamá y lloraba asustada”, ya que, según añadió, el acusado “iba como loco”.
Tras las declaraciones de las dos partes, la fiscal solicitó para el acusado una pena de doce meses de prisión, además de 21 días de localización permanente por el delito de lesiones en el ámbito familiar y por otro de injurias leves. Finalmente, el juez dijo que el caso quedaba visto para sentencia.
