En el patio de Armas del Acuartelamiento "Capitán Arenas" tuvo lugar la parada militar con motivo de la festividad de San Fernando, patrón del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra, Especialidades Fundamentales Ingenieros y Transmisiones y del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos (Especialidades Fundamentales de Construcción y Telecomunicaciones y Electrónica de las Escalas Superior y Técnica). Durante el acto, que presidió el comandante general de Melilla, Gutiérrez Díaz de Otazu, se nombró Zapador de Honor a Blas Jesús Imbroda, decano del Colegio de Abogados de Melilla. Cristina Rivas y José Manuel Calzado, en representación de la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno, respectivamente, acompañaron al general Gutiérrez en la conmemoración de San Fernando.
En el transcurso de la ceremonia castrense se impusieron las condecoraciones y se entregaron los premios del Arma, así com el nombramiento por parte del coronel jefe del RING-8, Antonio Cabrerizo, de la distinción de Zapador de Honor a Blas Jesús Imbroda Ortiz, decano del Colegio de Abogados de Melilla, “que con su demostrado amor al RING 8 representa la más viva lección de moral que puede darse”.
Otro emotivo momento que ayer se vivió en el “Capitán Arenas”, a lo largo de la ceremonia castrense fue la despedida de la Bandera del personal que ha pasado ahora a la reserva.
Alocución
Fue el coronel Cabrerizo quien recordó que desde hace 12 años hay unidades de Ingenieros Militares de forma permanente en Melilla, aunque 400 años antes ya llegaron gran número de ingenieros militares junto a Pedro de Estopiñán con la misión de reconstruir las defensas de la ciudad.
El militar señaló que la presencia de ingenieros militares ha tenido una fuerte influencia en el desarrollo de la ciudad, en su arquitectura y en su cultura, al ser en muchos casos representantes y exponentes de los conocimientos científicos y técnicos de vanguardia. “Leyendo pasajes históricos podemos comprobar lo enraizado del trabajo de los ingenieros militares en Melilla y así zonas y edificios emblemáticos de la ciudad son el legado que nuestros predecesores ingenieros militares nos dejaron. Y, entre otros ejemplos citó la instalación de las primeras depuradoras que surtían de agua potable a la ciudad, la construcción de los primeros puentes, los muros, la espléndida verja que cierra el hermoso Parque Hernández, la primera mezquita que se construyó en Melilla, el edifico para recaudación de aforos en el muelle y el grupo de escuela graduadas que se convirtió en el Hospital de la Cruz Roja, entre otros inmuebles o instalaciones radiotelegráficas y vías del centro urbano.
