Una mañana sombría en la que incluso chispeó en determinados momentos fue la nota dominante que planeo sobre Melilla en las primeras horas de la jornada en la que 57.794 ciudadanos tenían una cita con las 156 urnas repartidas por los 22 colegios electorales de la ciudad. Un ambiente grisáceo que no contribuyó a que los electores dirigieran sus pasos de forma masiva hacia su compromiso electoral ni tampoco hacía la dársena costera para disfrutar de una jornada de sol y playa.
Tampoco los Pinares de Rostrogordo ni las grandes plazas de San Lorenzo o de las Culturas acogieron a los numerosos ciudadanos que en otras jornadas dominicales acuden con amigos y familiares. Y de igual manera vieron mermado su tránsito de vehículos los pasos fronterizos de Farhana y Beni Enzar. Sin embargo, los rayos de sol de la tarde imprimieron el ansiado colorido a la jornada dominical y sacaron a la calle e incluso a las playas a una gran parte de esos melillenses que prefirieron permanecer en sus casas durante las primeras horas del día ensombreciendo en esos primeros momentos la denominada Fiesta de la Democracia.
