El foco informativo no estuvo ayer sólo en las urnas. Antes de que abrieran los 22 colegios electorales, sobre las 6.30 horas, alrededor de 120 inmigrantes lograron acercarse a la valla de manera “totalmente sorpresiva” por la zona próxima a Villa Pilar, entre el aeropuerto y el cementerio musulmán. Casi un tercio, 37 en concreto, lograron su propósito: entrar a Melilla y llegar hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde se vivieron escenas de alegría y reencuentro tras haber protagonizado la entrada más numerosa del año. Desde el 10 de octubre de 2015, la valla no registraba un salto de inmigrantes con tantas entradas. Aquel día también lograron acceder a nuestra ciudad unos 30 subsaharianos, de unos 130 que lo habían intentado. Ayer, aunque los cálculos de la Guardia Civil cifraban en unos 120 los que lo habían intentado, algunos melillenses a los que el salto pilló al otro lado de la valla aseguraron que antes de que se produjera el salto, las fuerzas auxiliares marroquíes tenían sentados en las proximidades de la frontera a muchos más subsaharianos. De ser cierto, el grupo que inicialmente intentó acceder a la ciudad podría haber sido mayor del que finalmente logró aproximarse a la valla.
Según informó el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, la Guardia Civil desplegó su dispositivo antiintrusión con numerosas patrullas del Instituto Armado en la parte española de la valla, que contaron con la cooperación de las fuerzas auxiliares marroquíes al otro lado de la frontera.
Los inmigrantes se acercaron al perímetro fronterizo “de manera totalmente sorpresiva”, aunque la inmediata intervención de agentes españoles y marroquíes permitió que “la inmensa mayoría no consumara la entrada”, según El Barkani.
Finalmente, casi un tercio de los inmigrantes que protagonizaron el intento de salto a la valla logró su objetivo. El grueso del grupo, alrededor de 25, llegó al CETI pocos minutos más tarde, muchos con ganchos en las manos y clavos en las zapatillas para lograr escalar la malla antitrepa instalada en la valla. Sobre las 9.20 horas, llegaron otros 10 subsaharianos a la carrera, con gritos de “bossa, bossa” (victoria).
Reencuentros en el CETI
El Barkani indicó que no hubo “ningún herido ni incidencia mayor” tras el salto a la valla registrado ayer, ni tampoco inmigrantes encaramados en la valla como ha ocurrido otras veces, ya que este intento “se ha resuelto inmediatamente” por el rechazo y la intervención de la Guardia Civil y las fuerzas marroquíes.
Algunos residentes del CETI salieron a recibir a los subsaharianos. Todos fueron asistidos con zumos y galletas, y algunos, que tenían pequeños cortes y golpes, pasaron a la enfermería del centro mientras la Guardia Civil mantenía un fuerte despliegue de seguridad en las inmediaciones buscando a inmigrantes que habían logrado saltar. Otros, por su parte, optaron por ir directamente a la Jefatura Superior de Policía.
El de ayer es el duodécimo intento de entrada en la valla de este año, el cuarto con entradas. El anterior se había producido justo un mes antes, el 26 de mayo, cuando 120 inmigrantes intentaron entrar, 30 se quedaron encaramados y sólo uno logró llegar hasta el CETI.
550 en el CETI
Tras el salto de ayer, son unos 550 los inmigrantes que están acogidos en el CETI, un “número razonable” que está por debajo de su capacidad máxima por el traslado de grupos de personas a centros de acogida de la península.
