Está claro que el PSOE se está lamiendo sus heridas y dándole vueltas a los resultados de estas elecciones generales, en las que melillenses de muchos barrios han dicho no a su intento de ser más fuerte mediante un acuerdo con CpM e Izquierda Unida que no sólo ha causado mucho ruido antes y durante la campaña, sino que además, como se ha visto en el escrutinio, les ha supuesto un verdadero lastre: el PSOE, lejos de ganar votantes en estas elecciones generales, los ha perdido Desde la noche de las elecciones generales, el PSOE de Melilla no ha dicho esta boca es mía. Parece que el partido liderado por Gloria Rojas está aún tratando de digerir el rechazo que los melillenses han expresado nuevamente a sus movimientos y su forma de hacer política, a pesar del cambio de rostros que ha realizado en los últimos meses respecto a otras etapas del partido para olvidar. Ni siquiera eso ha servido para romper lo que ya es todo un clásico en Melilla cada vez que se celebran elecciones, y es que el PSOE termine rodando por los suelos por sus malos resultados, habitualmente con una tendencia a la baja, por si no era ya difícil empeorar los registros. Es tan habitual, que muy probablemente ni los propios socialistas apostarían un euro por la victoria de su partido en las urnas.
No se trata de hacer leña del árbol caído, sino de expresar la realidad: el PSOE, un partido que cada día tiene algo que decir, ya sea en forma de comparecencia o entrevistas en radios o televisiones de alguno de sus dirigentes, o bien en comunicados de prensa, lleva ausente de los medios de comunicación cuatro días. Ni siquiera a través de las redes sociales se ha hecho notar el PSOE local desde que arrancó la semana. Tampoco para responder a los reproches de Mustafa Aberchán el pasado martes acerca de cómo en las filas socialistas no se les ha tratado con respeto, sino con «alergia».
Está claro que el PSOE se está lamiendo sus heridas y dándole vueltas a los resultados de estas elecciones generales, en las que melillenses de muchos barrios han dicho no a su intento de ser más fuerte mediante un acuerdo con CpM e Izquierda Unida que no sólo ha causado mucho ruido antes y durante la campaña, sino que además, como se ha visto en el escrutinio, les ha supuesto un verdadero lastre. El PSOE, lejos de ganar votantes en estas elecciones generales, los ha perdido. Ya se vio en el escrutinio general en la misma noche electoral, pero si el análisis se hace de manera pormenorizada, como todos los melillenses pueden hacer hoy en las tablas que ofrece MELILLA HOY, el impacto de la realidad es aún mayor. Más de la mitad de los colegios han penalizado ese acuerdo programático del PSOE con CpM e IU, porque los socialistas obtuvieron más votos hace seis meses que en las de este pasado domingo, aun cuando la participación ha sido mayor ahora y, supuestamente, tendría que contar con un mayor número de electores en virtud de dicho pacto.
Gloria Rojas dijo en la noche electoral que su partido tendría analizar «en frío» por qué el acuerdo con CpM e IU no se ha traducido en votos. La respuesta ya debería saberla la responsable socialista y sus compañeros: los melillenses les están reclamando un cambio de actitud elección tras elección. Pero lamentablemente, esta lección en forma de voto no se la han aprendido todavía en el seno del PSOE. Y así les va, aunque quieran disimularlo con un mutismo nada habitual en este partido.
