El Ministerio Fiscal rebaja a un año de prisión la pena solicitada para el acusado de cometer un delito de robo con violencia tras acceder al informe médico en el que no se descarta que, cuando presuntamente tuvo lugar el hecho delictivo, “no estuviera en sus plenas facultades médicas mentales”.
Aunque el procesado no compareció en el juicio, sí que prestó relato el testigo perjudicado. Según declaró, descubrió al acusado, al que aseguró que conocía del barrio, tratando de sustraer su vehículo. Dijo que, junto a su hermano, se acercó al procesado para preguntarle por qué le había roto el coche. Entonces, según su versión, éste le sacó un cuchillo y le amenazó con quemarle su negocio. “No iba muy fino”, expuso la presunta víctima, señalando que “el día que ocurrió creo que iba puesto hasta las cejas”.
El agente de la Policía Nacional que intervino tras la llamada del denunciante expuso que encontraron al acusado a escasos metros del vehículo. “Todo lo que decía era incoherente”, añadió.
Tras las declaraciones, la fiscal modificó la pena que le reclamaba inicialmente, que era de 2 años, por la de 1 año de prisión. La juez tendrá que decidir.
