Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Hacia un otoño caliente

En definitiva, una semana de Feria que tradicionalmente hace de frontera temporal y provoca el fin, adelantado por los propios ciudadanos, de la temporada de baños Quienes dirijan estos días sus pasos hacia la Plaza de San Lorenzo podrán observar un recinto ferial en plena ebullición ya que tan solo quedan tres jornadas para el aldabonazo de salida a los Festejos Patronales de la ciudad en honor de la Virgen de la Victoria. Unos días de asueto, alegría y diversión tanto para melillenses como visitantes. Una semana en la que cientos de personas se congregan en un espacio creado en 2008 para albergar atracciones y casetas con las máximas garantías de seguridad y de higiene y que, por entonces, sustituyó al más céntrico enclave del Parque Hernández, Plaza de España y la, por entonces, denominada Teniente Coronel Seguí, hoy Avenida de la Democracia. Un lugar, sin duda, monumental pero que originaba problemas diversos de deterioro de jardines y otros elementos medioambientales que tardaban meses en recuperarse o que causaban pérdidas, en algunos casos, irreparables, por no hablar del caos circulatorio. Y para qué decir de los ruidos y otras molestias causadas al vecindario. De hecho, algunos residentes en General Marina o Luis de Sotomayor abandonaban la ciudad durante la celebración de los festejos porque no se resignaban a estar durante una semana prácticamente sin poder conciliar el sueño. Todo un colectivo que agradeció y mucho el cambio de ubicación de la feria.

A punto de arrancar, por tanto, unos festejos que se extenderán del 27 agosto al 4 de septiembre de 2016 y que contarán con 23 casetas, 23 atracciones infantiles y 15 atracciones dirigidas a los adultos, así como más de 40.000 farolillos para adornar y ambientar la fiesta melillense. De momento, más de 30 empresas están trabajando en el montaje para dejar todo listo para esta semana, con la intervención de más de 350 trabajadores. En este sentido, el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, subrayaba el carácter de la Feria como "motor económico" de la ciudad.

Y una feria que al margen de conservar iniciativas como el Día de la Tapa, el lunes 29 de agosto, en el que varias casetas ofrecerán la consumición de la bebida y la tapa por un euro, dando la oportunidad de disfrutar de la Feria a familias con menos recursos, o la del Día del Niño, el martes 30 de agosto en el que se ofrecerán descuentos en las atracciones que rondarán entre el 40 o el 50 por ciento, no presenta novedades demasiado significativas salvo la creación de un espacio joven en la caseta municipal, el cambio de ubicación de la caseta militar que se traslada a un espacio frente a la municipal o el hecho de que la caseta del PP, 'La Gaviota', reduce su espacio para cederlo a la Federación de las Casas de Melilla que se incorpora como novedad a la feria de la ciudad y que cada año se enfocará al fomento de las tradiciones de la comunidad autónoma o región en la que se ubican. En esta ocasión se rendirá homenaje a Castilla la Mancha y, en concreto a Toledo por ser en 2016 Capital Europea de la Gastronomía. La intención es que cada año la comunidad de turno pueda hacer difusión de su cultura, tradiciones y gastronomía. Ademas vuelven las asociaciones de vecinos. Se mantiene la del Hipódromo y regresan Ciudad de Málaga y Comunidad.

En definitiva, una semana de feria que tradicionalmente hace de frontera temporal y provoca el fin, adelantado por los propios ciudadanos, de la temporada de baños ya que inexplicablemente los melillenses abandonan los baños en las playas de la dársena melillense renunciando, de forma absolutamente voluntaria, a unas fabulosas jornadas de playa, casi las mejores del verano, que ofrece en esta época la climatología melillense.

Pero también marca la Feria el cambio de hábitos y el inicio de una etapa en la que se deja atrás el relax y la sensación placentera vacacional, para enfrentarse a una nueva temporada escolar, laboral y, como no, política. En esta ocasión, nos adentramos a un otoño especialmente convulso derivado de la incertidumbre, cada vez más acuciada, por la ausencia del ansiado Gobierno que ponga fin de una vez por todas a este “impasse” al que nos ha sometido a los españoles la clase política dirigente, incapaz de llegar a un acuerdo de gobernabilidad. Y es que son demasiados los representantes políticos que anteponen sus intereses personales al sentido de estado que debería primar ante cualquier otra premisa. Lo mismo ocurre con determinadas formaciones políticas como es el caso de la socialista, con un líder, Pedro Sánchez, al que le saldrían sarpullidos sólo de pensar en facilitar la gobernabilidad del que por la lógica de los votos recopilados en pasado 26J debería hacerse con el timón de la nación es decir, el popular Mariano Rajoy. En definitiva, un otoño que se presenta caliente y que de no ser por el empecinamiento de Sánchez, en su “no” rotundo y sin concesiones a Rajoy, podría arrancar con el necesario Gobierno que tanto necesita el país y los españoles.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€