Aunque la Ciudad quería proteger la Residencia de Oficiales, por lo que solicitó la Comisión de Patrimonio para declarar al inmueble Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento, ésta ha sido rechazada desde el Ministerio de Cultura, por lo que se procederá a su demolición al estar en ruinas, aunque no hay fecha para ello. “La Ciudad quería protegerlo, pero el Ministerio de Cultura nos dice que no es nuestra competencia”, explica a este diario la consejera de Cultura, Fadela Mohatar.
Según se anunció ayer en el Boletín Oficial de la Ciudad de Melilla (BOME), no se ha aceptado la Comisión de Patrimonio de la Ciudad Autónoma para que la antigua Residencia Militar de Oficiales, situada en la calle General Astilleros, n.º 44, sea declarada como un Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento.
La Ciudad estaba pendiente de saber si el inmueble era considerado un edificio BIC para proceder a su demolición, en el caso de conseguir una respuesta negativa, después de que el Ministerio de Defensa aprobara el informe aportado por los técnicos de la Consejería de Fomento, por el que quedaba declarada la ruina técnica y económica la antigua Residencia de Oficiales.
Ha sido la Dirección General de Bellas Artes, dependiente del Ministerio de Cultura, la que ha rechazado la petición para considerar a la Residencia Oficial como patrimonio de la ciudad.
A pesar de que el deseo de la Ciudad era conservar este edificio histórico, según los informes, éste supera en un 316 por ciento el valor de las obras de reparación al valor actual del inmueble, lo que supone casi seis y veces más que el mínimo para la declaración de ruina económica, que se sitúa en un 50%.
Por su parte, la ruina del inmueble también supera en un 35,6% el número de elementos que habría que sustituir, ya que el mínimo para la declaración de ruina técnica es de un tercio.
