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Vida Universal

Sí, hay que albergar esperanzas de curación

Cada ser humano viene a esta Tierra con un determinado programa anímico o de vida. Cuando este programa ha transcurrido puede ser que la muerte física se presente, lo que indica que es posible que el karma de una persona haya sido eliminado y precisamente por eso el cuerpo muere. Por eso Dios considera primero la salud del alma, o sea la sanación interna.

Cuanto más se libere el alma de las cargas que la persona ha ido causando con su forma negativa de pensar y vivir, tanto más intensivamente pueden las fuerzas del espíritu alimentar el cuerpo físico con energía espiritual y así poder sanar el cuerpo poco a poco, pues entonces las células y los órganos son vivificados de nuevo con la fuerza espiritual de Dios, con la luz divina alimentadora y mantenedora.

Dios mira primero por la sanación del alma. Por eso hay que eliminar primero las cargas correspondientes y transformar las causas y complejos de energía negativa en fuerzas positivas. Sólo entonces puede producirse una verdadera curación del cuerpo. Esto significa que sí que podemos tener esperanzas de que el cuerpo se alivie y se cure; sin embargo, no debemos albergar expectativas. Nosotros, los seres humanos, no captamos lo que es bueno para nuestra evolución interna ya que podría existir una culpa grave del alma. Entonces la enfermedad habrá de ser soportada según las circunstancias, porque esto es bueno para la madurez, la purificación e iluminación del alma.

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