La Policía Nacional realizó ayer jueves una macrooperación en el barrio de la Cañada de Hidum de Melilla tras la agresión sufrida el domingo por dos agentes a los que robaron una escopeta antidisturbios, un chaleco y un sistema de transmisión, intervención que se ha saldado con la incautación de diversos efectos y drogas, pero no así la escopeta, que sigue en manos de los agresores e incluso se sospecha que ha podido ser pasada a Marruecos para su venta. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía informó ayer que la actuación policial se realizó entre las 18,30 y 20,00 horas aproximadamente, con la participación de un centenar de agentes de las brigadas de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial, que han llevado a cabo un dispositivo de prevención de la delincuencia en el parque de La Cañada y sus proximidades.
Como resultado de la macrooperación, los policías han procedido a la identificación de 35 personas, al registro de 25 vehículos y a la incautación de 15 dosis de hachís.
Asimismo, han recuperado diversos efectos policiales, en concreto un chaleco antibalas, unos grilletes, una camisa de manga corta, un forro polar, un anorak, una chaqueta y una mochila con material policial diverso, todo ello perteneciente a la Policía Nacional. También han recuperado una chaqueta de Policía Local.
El portavoz policial ha detallado que la mayoría de estos objetos fueron sustraídos de un vehículo de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en diciembre de 2014 cuando se hallaba estacionado sin ocupantes.
Sin detenidos
La actuación policial de ayer se saldó sin detenidos dado que las personas identificadas como durante los vehículos registrados, no procedían los arrestos.
La Policía Nacional continuará con la investigación para aclarar el suceso del pasado domingo 25 de setiembre, en el que unos desconocidos destrozaron un vehículo de la Policía Nacional en el barrio de la Cañada cuando fue a realizar una intervención por el robo de una moto. El zeta policial fue recibido con el lanzamiento de piedras y otros objetos contundentes y sus ocupantes, que tuvieron que buscar refugio dado que las piedras habían roto prácticamente todas las lunas, sufrieron en ese instante el robo de una escopeta antidisturbios, un chaleco y un sistema de transmisión, y el pinchazo de las ruedas del coche, que tuvo que ser trasladado en grúa.
