Equo Melilla acusó ayer al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, de “no decir una sola verdad” sobre los monumentos franquistas. Y se refirió concretamente a la estatua de Franco, sobre la que Imbroda dijo el lunes que era en honor al comandante de la Legión que en 1921 se desplazó a Melilla a “salvar” la ciudad.
Equo subrayó que la estatua se instaló en 1979 “y no en el 21, como deja entrever Imbroda”, por una decisión “de la última corporación franquista”. En concreto, por una moción en la que dice que es “una propuesta de construcción de un monumento con la estatua de nuestro insigne Caudillo” como muestra de “gratitud y reconocimiento de todos los españoles a su sabia, inteligente y recta labor de gobierno realizada a lo largo de casi 40 años de regir los designios de la Patria”.
Equo pidió a Imbroda que “no se escude detrás de la Legión para argumentar su filia franquista” y que catalogue además las calles “con nombres de falangistas y franquistas”, así como las menciones honoríficas de Franco.
