El consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, destacó ayer la “estética agradable” que tiene la calle Carlos Ramírez de Arellano después de los diferentes elementos con los que se ha dotado tras su semipeatonalización en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Lo último ha sido la instalación de pilonas delante de los árboles de la calle para evitar que los vehículos aparquen en esa zona, lo que estaba ocasionando desperfectos en las farolas cercanas. Cada una de esas pilonas ha supuesto un gasto de 30 euros, según apuntó el consejero, que avanzó que lo próximo será la mejora de parte de la jardinería de la calle.
