La Consejería de Seguridad Ciudadana confirmó ayer la noticia avanzada por MELILLA HOY en su edición del pasado jueves respecto a la detención de dos jóvenes melillenses, un matrimonio de veinteañeros, por un presunto delito contra la salud públicas tras ser sorprendidos vendiendo estupefacientes en un vehículo. La Policía Local les intervino unos 80 gramos de hachís preparados en varias dosis, un frasco de Trankimazín y unos 700 euros en metálico.
En una nota de prensa, Seguridad Ciudadana confirmó que este suceso ocurrió a las cinco de la tarde del día 18, cuando agentes del Grupo de Prevención y Reacción (GPR) observaron cómo el conductor de un vehículo estaba haciendo un intercambio con un individuo que estaba de pie y junto a la ventanilla que salió corriendo al percatarse de la presencia policial.
Los dos ocupantes del vehículo también emprendieron la marcha, haciendo caso omiso al requerimiento de los agentes, que finalmente pudieron interceptarlos tras quedar bloqueados en un semáforo en rojo con un coche delante.
Tras un primer cacheo de seguridad al conductor, un joven español de 22 años con iniciales I.M.A., le intervinieron en su pantalón, un trozo compacto de unos 40 gramos de hachís y unos 700 euros fraccionados en diversas cantidades, al tiempo que la Policía Local comprobó que carecía de permiso de conducir, por lo que se le detuvo también por un presunto delito contra la Seguridad Vial.
La chica, también española, de 21 años e iniciales S.M.M., llevaba un bote de comprimidos de Trankimazín de 2 miligramos.
En el registro del vehículo encontraron ocultos en la palanca de cambios 19 envoltorios de trozos de diferentes tamaños y pesos, de lo que se pudo determinar que era hachís, con un peso total de 37 gramos, además de tres teléfonos móviles.
Seguridad Ciudadana no cita en su nota de prensa las cinco armas que llevaban los dos detenidos en su vehículo, tal y como señalaron a este Diario fuentes policiales.
