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Sanción por circular a gran velocidad por la acera con un ciclomotor robado

El procesado trató de darse a la fuga de la Policía por la Carretera de Alfonso XIII

Un hombre ha sido condenado a pagar una multa de 5.580 euros tras robar un ciclomotor, conducir sin permiso por la acera poniendo en peligro la vida de los viandantes e intentar atropellar a los agentes de la Policía, con los que forcejeó antes de ser detenido. El procesado reconoció los hechos tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Un hombre tendrá que abonar una sanción de 5.580 euros tras ser condenado por los delitos contra la seguridad vial, robo de un vehículo a motor y por resistencia a la autoridad. No obstante, no tendrá que regresar a la cárcel, en la que actualmente se encuentra cumpliendo condena por una pena anterior.
Según se recogía en el escrito de acusación redactado por el Ministerio Fiscal, el pasado 17 de agosto de 2014 el procesado robó un ciclomotor que permanecía estacionado en la calle Teniente Gotarredona General. El hombre, que no tenía permiso de conducir, comenzó a circular con el vehículo robado por la acera a gran velocidad, a pesar de que en ese momento había varios viandantes en la calzada, siendo algunos de ellos menores de edad.
Cuando los agentes le indicaron que se detuviera, lejos de obedecer, el individuo levantó la rueda delantera del vehículo y se dirigió hacia ellos con la intención de atropellarlos, siempre según el escrito de la Fiscalía.

Le detienen tras un forcejeo
Las personas que permanecían en el lugar de los hechos fueron las que impidieron que arrollase a los agentes con el ciclomotor. Entonces, el hombre intentó darse a la fuga en dirección a la Carretera de Alfonso XIII. No obstante, los policías terminaron dándole caza y, tras un forcejeo, consiguieron detenerlo y trasladarlo a dependencias policiales.
Tras alcanzar un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal, el individuo reconoció los hechos por los que estaba imputado. Por ello, la fiscal le reclamó la multa de 3.240 euros por el delito contra la seguridad vial al conducir sin carnet; la sanción de 1.080 euros por el delito de resistencia a la autoridad; y el abono de otros 1.260 euros por el robo y uso de un vehículo a motor.
«La moto tenía las llaves puestas cuando la encontré», justificó el individuo instantes antes de admitir los hechos. Finalmente, la magistrada dictó la sentencia condenatoria.

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Irene Quirante

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